PAMPLONA. La entrega del Premio Empresario del Año ha tenido lugar este mediodía en el Hotel Tres Reyes de Pamplona, un acto al que han asistido, además de numerosos empresarios, la presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina, el presidente de la CEN, José Antonio Sarría, o el expresidente del Ejecutivo navarro Miguel Sanz.
El jurado de esta edición estuvo integrado por Lourdes Goicoechea, vicepresidenta primera del Gobierno foral; José Antonio Sarría; José Manuel Ayesa, expresidente de la CEN; Enrique Goñi, director general de Criteria Caixa Holding, y José León Taberna, galardonado el último año.
Adalberto Ríos, nacido en Tudela en 1969, preside actualmente Ríos Renovables Group, que da empleo en Navarra a 50 personas y a otras 100 más en distintos países donde promociona y realiza proyectos de construcción de instalaciones de generación de energía y presta sus servicios de mantenimiento. Su facturación alcanzó el último año 110 millones de euros.
El premiado inició su andadura empresarial en 1989 para montar junto a su hermano Electricidad Ríos, que continuó en Proyectos y Montajes Eléctricos Ríos. En 1994 se les planteó el desarrollo del primer proyecto de fotovoltaica y fue en 2005 cuando se construyó el primer parque cien por cien Ríos.
En su intervención, Adalberto Ríos ha manifestado que aspiran a "convertirse en una empresa de referencia en el campo de la eficiencia energética". "La sociedad a todos los niveles tiene un largo camino que recorrer en el uso eficiente de la energía", ha dicho, para añadir que "aquí es donde intentaremos aportar nuestra experiencia a la comunidad".
"AÑO COMPLEJO"
En el acto, ha intervenido la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, que ha reconocido la labor del empresario premiado y ha señalado que la entrega de este galardón es "un soplo de aire fresco y una inyección de ilusión en los difíciles momentos".
Barcina ha manifestado que el año 2012 ha sido un "año complejo", como también lo será 2013 y ha señalado que "desde el Gobierno de Navarra estamos y seguiremos trabajando en aquellas políticas que consideramos imprescindibles para devolver Navarra a la senda del crecimiento y el empleo".
Según ha dicho, son dos las líneas de trabajo a las que el Ejecutivo está destinando la mayor parte de sus esfuerzos. "Por un lado, asentar unas bases sólidas e impulsar actuaciones dirigidas a la reactivación económica y al empleo. Está claro que tenemos que conseguir un tejido empresarial más fuerte, con más empresas y más emprendimiento", ha dicho.
Y por otro lado, ha apostado por "equilibrar nuestras cuentas, cuadrar nuestros ingresos y gastos". "Ofrecer a la sociedad unos servicios públicos de calidad acordes a nuestra producción y a lo que ingresamos, es el otro gran objetivo que perseguimos", ha precisado.
Barcina se ha mostrado "plenamente convencida" de que el crecimiento y el empleo "dependen de la inversión empresarial". Por ello, ha dicho que "tenemos que seguir centrando nuestros esfuerzos en impulsar una mayor inversión que permita la activación económica con el fin de conseguir un mayor crecimiento del empleo".
"La colaboración con las empresas es fundamental", ha indicado. "El sector público puede contribuir a la dinamización del mercado laboral pero no tiene capacidad de generar el empleo necesario sin provocar desequilibrios severos en forma de endeudamiento e inestabilidad presupuestaria". Por ello, "necesitamos nuevos empresarios, y los necesitamos desesperadamente", ha afirmado.
Se ha referido Barcina a los casos de corrupción política, "que abruman por su abundancia y generalización", y que "no es precisamente una buena tarjeta de presentación hacia esos inversores foráneos que tanto necesitamos". Ha indicado que "algo estamos haciendo mal" cuando el "barómetro de credibilidad hecho público con motivo de la reciente cumbre de Davos refleja que únicamente el 13% de los ciudadanos de veinte países occidentales creen en sus políticos, la confianza en los empresarios tan solo alcanza otro triste 18%".
A su juicio, "resulta imprescindible que los políticos apartemos a aquellos de nosotros que resulten imputados en cualquier escándalo, y bueno sería también que la clase empresarial lo hiciera con sus propios garbanzos negros que tanto la desacreditan".