madrid. Reyal Urbis solicitará concurso voluntario de acreedores tras no haber alcanzado un acuerdo con los bancos para refinanciar su deuda de 3.613 millones de euros. La suspensión de pagos de la compañía que preside Rafael Santamaría será así la segunda mayor de la historia española, por detrás de la de Martinsa Fadesa.
Reyal acordó solicitar el concurso en la reunión del consejo de administración celebrada el lunes ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el preconcurso sin haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores.
El próximo sábado concluía el periodo de cuatro meses que la empresa se dio para lograr un acuerdo con los bancos cuando en octubre de 2012 decidió solicitar el preconcurso de acreedores.
En la última semana, Reyal recibió el rechazo de sus principales entidades acreedoras a la última propuesta que había presentado. Esta iniciativa pasaba por liberar de garantías a un lote de activos valorados en unos 300 millones de euros para poder venderlas y obtener liquidez.
Los primeros acreedores del grupo son Santander y Banesto, entidades con los que tiene un pasivo de 530 millones. De su lado, la Sareb suma una deuda de 707 millones además de unos 400 millones que Reyal adeuda a la Agencia Tributaria y otros 215 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO).