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Unos 2.000 afectados por las aportaciones de Fagor y Eroski piden ayuda al Parlamento

En total, unas 40.000 personas compraron un producto que hoy no ofrece liquidez El colectivo Kaltetuak critica a las empresas, a la banca, al Gobierno Vasco y a la CNMV por consentir la venta

Unos 2.000 afectados por las aportaciones de Fagor y Eroski piden ayuda al ParlamentoFoto: javier bergasa

pamplona. La quiebra de Fagor y la delicada situación de Eroski llegó ayer al Parlamento. Y lo hizo por boca de quienes entre 2002 y 2007 adquirieron aportaciones financieras subordinadas, un instrumento similar a las preferentes y que, según explicó ayer José Antonio Urrutia, portavoz de la asociación Kaltetuak, tiene cautivo el dinero de miles de personas. "40.000 personas, 2.000 de ellas en Navarra adquirieron estos productos", dijo.

Urrutia responsabilizó de su situación a los emisores (Fagor y Eroski), a los comercializadores (una parte significativa de la banca) y a la administraciones. En concreto al Gobierno vasco por aprobó la ley que permitió la venta, y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que dio el visto bueno y a los bancos y cajas que vendieron las aportaciones.

Según relató ayer Urrutia, Eroski emitió aportaciones en 2002, 2003, 2004 y 2007 por 660 millones de euros y Fagor hizo emisiones en 2004 y 2006 por importe de 185 millones, en total 845 millones. "La ley no permitía la emisión de estos productos, pero a finales de los años 90 el grupo cooperativo Mondragón hizo una solicitud a la administración vasca para que modificara la norma de cooperativas y así se hizo en el 2000", dijo Urrutia. En ese momento se introdujo un artículo en el que "está el origen de estos productos, un traje a medida del grupo cooperativo", dijo, antes de señalar que su redacción es "diabólica", ya que recoge que "estos productos no se amortizarán hasta la liquidación de la cooperativa". "Si se amortiza seremos los últimos en cobrar, es decir nunca", explicó.

De este modo, en 2002 Eroski registró el proyecto informativo en la CNMV y a partir de entonces "prácticamente todas las entidades vendieron estos productos con todo tipo de argucias para colocarlos lo mejor posible", según Urrutia. Los bancos y las cajas -dijo- no mencionaron los riesgos, sino que fueron comercializados como si se tratase de un depósito, que vencía al quinto año, que se podía recuperar vender y recuperar el capital". Ahora "los bancos dicen que avisaban de los riesgos, que dieron un montón de documentación", dijo. "Pero la única documentación que daban era una simple hoja de compra de valores, que apenas significaba nada, y en algunos casos un tríptico que no indicaba nada de los riesgos", dijo. "Yo intenté aportaciones de Fagor en 2008 y ya no había liquidez, no se vendieron" añadió.

Cuando en octubre Fagor entró en concurso de acreedores, pusieron en conocimiento de la autoridad concursal que son acreedores, aunque, ha precisado, son conscientes de que no van a cobrar nada. Aunque "no es oficial" apuntó que hay rumores de que de las conversaciones entre Kontsumobide, Eroski y los bancos se ha acordado "algún tipo de canje" que "no va a ser nada bueno para los afectados, va a tener una quita importante, un pequeño porcentaje en metálico y el resto en bonos de Eroski a 10, 12 o 15 años".

"La otra vía que queda es la judicial. Nos queda una cosa u otra", concluyó Urrutia, quien señaló que algunas entidades, como el BBVA, han empezado a ofrecer soluciones individuales.