“Hemos dado un paso importante, pocas empresas españolas apuestan por la biotecnología”
Infarco, sociedad matriz de Cinfa, se adentra en “un sector incipiente y complejo”, define Ordieres, para que un mayor número de pacientes accedan a este tipo de medicamentos
pamplona - “Nuestro objetivo consiste en diversificar en producto, en biotecnología y en países pero con la base de que la mayoría de los procesos se desarrollen en Navarra”, explica Enrique Ordieres, presidente del Grupo Infarco, sociedad matriz de Cinfa. Con más de 1.100 trabajadores, Infarco acaba de anunciar su plan de inversión de 200 millones de euros hasta 2019, de los que 115 se destinarán a Laboratorios Cinfa; 70 a Cinfa Biotech y los otros 15 a Cyndea Pharma, 3P Biopharmaceuticals -donde posee el 51%- e Iden Biotechnology -donde tiene una participación minoritaria-.
Solo Laboratorios Cinfa prevé facturar 354 millones este año, un 2,9% más respecto a 2013, con un plan de inversión de 60 millones en I+D+i y 55 millones en activos fijos en los próximos cinco años para sus más de 900 empleados. A través de sus cinco líneas de negocio, medicamentos genéricos; productos OTC; soluciones para la movilidad; dermocosmética y nutrición, cerró el año pasado con un beneficio de 45 millones, casi un 30% más que en 2012. Cinfa vendió en 2013 un total de 123 millones de envases y produjo 90 millones de unidades procesadas, con una cartera de productos de más de 1.100 presentaciones. Laboratorios Cinfa sigue soportando un gran peso en el grupo, pero este año Infarco ha decidido continuar “con su línea natural de evolución” y ha creado Cinfa Biotech y ha adquirido el 51% de 3P Biopharmaceuticals para entrar en el sector de la biotecnología.
Los medicamentos biotecnológicos biosimilares que van a producir, son de alta especialización, se generan a partir de organismos vivos y se elaboran una vez expira la patente del biológico de referencia. Sirven para tratar patologías complejas o agudas, como el cáncer; enfermedades en las que falta una proteína esencial en el organismo, como la diabetes; o enfermedades inflamatorias, autoinmunes o degenerativas, que todas ellas en un futuro se podrán tratar en fases más tempranas.
¿Por qué Infarco ha decidido ahora entrar en el sector biotecnológico?
-Hemos cumplido 50 años en el ámbito de la salud y creemos que estamos preparados para dar un salto importante a un mundo diferente dentro de la estrategia de diversificación, con la apuesta por la biotecnología. Buscamos adquirir competencias en un sector distinto al químico donde ya estamos trabajando con Laboratorios Cinfa.
¿Qué buscan con Cinfa Biotech?
-Un mayor acceso de pacientes a los medicamentos biotecnológicos biosimilares, que ofrecen las mismas garantías de calidad, seguridad y eficacia que los biotecnológicos de referencia.
¿El Grupo Infarco es pionero en la incursión en este sector?
-El mundo de la biotecnología está muy dirigido por multinacionales, tanto aquellas que han investigado los productos de referencia como las que desarrollan y fabrican los biotecnológicos biosimilares. Se trata de un sector incipiente y novedoso. También es complejo desde el proceso de fabricación con células vivas hasta los requisitos técnicos, tecnológicos y legales que se deben cumplir ya que existe una normativa exigente para el desarrollo y fabricación. Nosotros hemos dado un paso importante, y no hay muchas empresas españolas que estén apostando por la biotecnología.
¿Qué empleo va a generar Cinfa Biotech?
-Hemos incorporado a personal nuevo porque los conocimientos son francamente distintos a los genéricos químicos. Otro aspecto es que desde el grupo y desde la experiencia de 45 años de Cinfa busquemos sinergias. Cinfa Biotech suma ya once profesionales, y queremos dentro del grupo Infarco dotarle de nuestra experiencia y de nuestra capacidad tecnológica y financiera. Cinfa Biotech está desarrollando el primer biotecnológico biosimilar, y según vayamos obteniendo competencias y avanzando en el proyecto a largo plazo aumentaremos las inversiones y la creación de empleo.
¿Cuándo se prevé lanzar el primer medicamento biotecnológico biosimilar en el mercado?
-Resulta complejo dar cifras concretas, pero sería a partir de 2018. Llevamos ya unos años trabajando en este tema, vamos cumpliendo las fases y el hito más importante es que en 2015 vamos a pasar a la fase clínica durante una serie de años. Desarrollar un medicamento de estas características cuesta entre cinco y ocho años y requiere importante capacidad tecnológica y científica.
Han anunciado una inversión inicial de 70 millones en Cinfa Biotech.
-Una gran parte de esos 70 millones servirán para establecer las bases del desarrollo de un portfolio de medicamentos biosimilares. Desarrollar un fármaco de este tipo puede costar entre 30 y 120 millones de euros.
¿Cinfa Biotech fabricará este tipo de medicamentos en Olloki?
-Todavía nos encontramos en la fase de desarrollo; hay que cumplir una serie de hitos y veremos cómo podríamos llevarlo a cabo. La fábrica de Olloki está destinada a la elaboración de medicamentos químicos.
¿Entonces, se elaborarán en Navarra?
-El mundo de la biotecnología carece de fronteras y de barreras. Todavía está pendiente de destinar. Sí que es verdad que las primeras fases de desarrollo se están llevando a cabo en Navarra, y la fabricación de los primeros lotes para la fase clínica se producirán en la Comunidad Foral.
¿A qué mercados va a llegar Infarco a través de la biotecnología?
-Son mercados globales y mundiales. Aspiramos a centrarnos en Europa, pero estamos abiertos a todos los países del mundo, siempre y cuando acordemos con socios locales la comercialización de los medicamentos en esos mercados, ya que queremos llegar al máximo número de pacientes.
¿Y en España?
-Cinfa es una marca muy potente, el laboratorio más presente en los hogares españoles y partimos con una ventaja que no tenemos en otros países. Los fármacos biotecnológicos son normalmente de uso hospitalario en España y cubiertos por el sistema público. Los biosimilares se presentan como una oportunidad de sostenibilidad del sistema público de salud y de acceso a todos los pacientes.
¿Qué medicamentos biotecnológicos similares va a elaborar Cinfa Biotech?
-La biotecnología ofrece alternativas a enfermedades como el cáncer, a otras autoinmunes, a intestinales (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), diabetes, etc.
¿La marca se llamará Cinfa Biotech?
-Pretendemos potenciar la marca Cinfa en el mundo de la biotecnología, pero también podríamos llegar a acuerdos con otros grupos farmacéuticos y buscar sinergias.
¿Cuál es el precio que se paga por un medicamento biotecnológico biosimilar?
-Es muy variable en función del medicamento, pero se habla de una horquilla que puede suponer un ahorro de entre un 25% y un 40% frente al medicamento biotecnológico de referencia. Queremos evitar que el precio impida que una persona use estos tratamientos. Buscamos que todos los pacientes puedan acceder a ellos.
¿Qué objetivos se plantea Infarco a corto plazo en su plan de internacionalización?
-Llevamos ya 15 años trabajando en internacionalización. Laboratorios Cinfa está presente en 50 países; el 60% de los proyectos de 3P Biopharmaceuticals son internacionales y Cyndea Pharma se ha extendido a 46 países. En Estados Unidos, estamos esperando obtener el próximo año la autorización de fabricación de la FDA para convertirnos en un referente en el desarrollo de productos en cápsulas de gelatina blanda. También estamos ahora con una apuesta importante en la zona del Golfo Pérsico. Próximamente nos presentaremos en Kuwait y después en Arabia Saudí.
El Grupo Infarco va a invertir 200 millones de euros en cinco años, 115 millones para Laboratorios Cinfa.
-Sí, porque seguimos avanzando mucho en fármacos especialmente complejos, inmunológicos, terapias para el cáncer, etc. Tenemos muchos proyectos que queremos desarrollar y poner a disposición de los pacientes en los próximos años. Nuestro aspecto más diferencial en Olloki son los medicamentos inmunosupresores y terapias para el cáncer, con siete referencias de este perfil.
A pesar de la crisis, Cinfa ha incrementado facturación y beneficios, ¿cómo se ha conseguido?
-Existe una gran clave dentro del grupo: la inversión continua ya que históricamente el 90% de los beneficios se destinan a las empresas de Infarco. Esto nos ha permitido ser técnicamente muy competitivos, disponer de instalaciones muy eficientes, modernas y con mucha tecnología en Navarra.
El Grupo Infarco puede presumir de su escasa deuda con los bancos, ¿cómo se ha logrado?
-Reinvirtiendo los resultados mayoritariamente en el grupo y siendo prudentes en los proyectos que estamos acometiendo y disponiendo de un personal muy preparado.
¿Es un valor competitivo el bajo nivel de endeudamiento?
-Sí, porque nuestros recursos los destinamos a investigación, desarrollo e innovación y a activos fijos, como a plantas, equipos, maquinaria o tecnología, en vez de usarlos en intereses o en reducir deuda.
¿Por qué han adquirido ahora el 100% de Cyndea Pharma?
-Porque encaja perfectamente en el proyecto de evolución en diversificación e internacionalización de Infarco. Cyndea Pharma, especializada en medicamentos hormonales, es una compañía internacional, con clientes extranjeros. Desde 2008 poseíamos el 50% de esta compañía, pero ahora hemos considerado esta adquisición como una oportunidad. Está cerca de Navarra, en Ólvega (Soria), donde trabajan unas 90 personas, en una planta de más 7.000 m2 construidos de una capacidad de 30.000 m2.
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