pamplona - La empresa navarra Erri-Berri Construcciones y Excavaciones, radicada en Olite, comenzará el próximo martes el derribo de la fábrica de Campofrío en Burgos que quedó destruida el pasado 16 de noviembre como consecuencia de un incendio del que todavía se desconocen las causas. La constructora desplazará maquinaria específica desde sus instalaciones para la demolición y desescombro de la factoría, unos trabajos que tendrán una duración de tres meses y un coste de 1,2 millones de euros.

Campofrío ha firmado ya el contrato con la empresa navarra, puntera en el sector y que cuenta con una plantilla de 50 trabajadores, que contactó con los responsables de la marca de embutidos tras conocer lo ocurrido, un interés que también mostró la propia dirección de Campofrío debido al conocimiento de la trayectoria que acumula la firma asentada en Olite.

Erri-Berri, que este año celebra su 25 aniversario, se ha hecho cargo en Pamplona de derribos míticos, como el de la fábrica de Pamplonica en la avenida Zaragoza, del edificio de Iberdrola o de la antigua cárcel en la capital navarra. También ha realizado múltiples trabajos fuera de Navarra, como desguazar la factoría de Cruzcampo-Heineken en Sevilla; la de Unilever en Aranjuez o el complejo papelero de Rottneros en Miranda de Ebro.

La compañía cárnica solo ha tardado veinte días en redactar y presentar en el Ayuntamiento de Burgos el proyecto de demolición de la fábrica, situado en polígono de Gamonal. El Consistorio firmó ayer mismo la orden de ejecución para dar comienzo con las tareas encomendadas a la empresa navarra a partir del próximo lunes.

Hasta el momento del incendio, cerca de mil personas trabajaban en la nave de Burgos que con un volumen de producción de 100.000 toneladas anuales, disponía de líneas de producción completamente robotizadas, tanto en el proceso de embutido como en el de envasado y empaquetado. Actualmente, a la mayoría de su plantilla, 774 de 940 empleados, se les ha aplicado un expediente de regulación de empleo de suspensión temporal para dos años, aunque cerca de 250 de esos 774 trabajadores han sido recolocados en otras fábricas del grupo cárnico.