pamplona - Tracasa ha logrado en las en las últimas semanas la adjudicación de sendos contratos europeos por un valor conjunto de 8,8 millones de euros. La empresa pública navarra profundiza de este modo su anclaje internacional, al ampliar su presencia en proyectos vinculados tanto a la Agencia Europea de Medio Ambiente de Copenhague como al Centro Europeo de Investigación en Ispra (Italia).
En los proyectos, en los que participan alrededor de 30 personas, Tracasa ha hecho valer el conocimiento adquirido y desarrollado desde 1982, año en que se puso en marcha la empresa pública para realizar el catastro moderno de Navarra. “A los pocos años de nacer, la empresa ya daba los primeros pasos en el área internacional”, recordaba Moisés Zalba, director del Departamento de Sistemas de Información Territorial de la empresa. Primero en América Latina, donde se realizaron catastros, y desde comienzos de los año 90 en Europa, Tracasa se fue desarrollando hasta adquirir una posición competitiva hoy reconocida. “De hecho, en estos dos proyectos lo que hacemos es revalidar y ampliar contratos anteriores, lo que significa que lo hemos hecho bien”, dice Zalba.
María Cabello, directora de Proyectos Europeos de Tracasa, explica que “Navarra se encuentra posicionada ahora mismo como una de las regiones de referencia en el tratamiento de la información sobre el territorio”, un área de trabajo en la que Tracasa se ha ido especializando con los años. Hoy, 34 años después de su creación, el valor no se encuentra ya tanto en la elaboración de catastros, con abundante competencia y mucho menor margen. “La toma de datos la hacen ya muchas empresas”, dice Cabello. “Lo que vendemos es conocimiento específico y materia gris”, añade Zalba, quien destaca asimismo las “labores formativas” que desarrolla la empresa.
Los dos contratos que se ha adjudicado Tracasa tienen que ver precisamente con ello. Con una duración de cuatro años, el primero en conseguirse fue el vinculado al programa europeo Copernicus de gestión de emergencias, que depende del Centro Europeo de Investigación en Ispra (Italia) y por valor de 2,8 millones de euros. Copernicus permite a distintas entidades trabajar con cartografía detallada del terreno afectado por distintas emergencias en todo el mundo: desde terremotos hasta inundaciones o ciclones. Estos mapas se generan en seis horas, para facilitar una respuesta rápida, y Tracasa se encarga de validar y evaluarlos a posteriori. “A nosotros nos proporcionan la cartografía y la información fuente. Reproducimos los procesos y comprobamos distintos aspectos, por ejemplo que los mapas son usables, fáciles de interpretar y que no llevan a error”, explica María Cabello.
El trabajo no se queda ahí. En el contrato, que incluye 14 validaciones cartográficas anuales, Tracasa también busca información adicional, entrevista a los usuarios finales y realiza una propuesta sobre cómo mejorar lo ya hecho. “Además de ello nos pueden pedir que validemos in situ durante la emergencia, por lo que no es un asunto baladí. Puede haber vidas en juego”, dice María Cabello, quien destaca asimismo que, en este contrato, Tracasa se apoya en empresas navarras para el empleo de drones y vehículos no tripulados. En el proyecto han participado entre 12 y 15 personas , si bien no a tiempo completo, con un núcleo de seis personas volcado prácticamente al 100%. “El perfil de este equipo es de geólogos, agrónomos y ambientalistas”, explicaba Zalba.
gestión de datos ambientales El segundo contrato se firma con la Agencia Europea de Medio Ambiente, también por cuatro años y por seis millones de euros. Requiere de un buen número de horas de trabajo y todos los días un equipo de Tracasa participa en una reunión vía videoconferencia con el equipo de tecnología de la propia agencia. “Nosotros colaboramos con ellos para gestionar, centralizar, homogeneizar y difundir toda la información ambiental que proporcionan 33 países de la Unión Europea, así como las más de 350 instituciones y centros especializados”, explica Zalba.
En realidad, se trata de procesar los datos que proporcionan 41.000 puntos de observación como el situado en la Plaza de la Cruz: millones de registros de la base de datos que crecen cada día. “Es lo que se denomina Big Data”, dice María Cabello, quien explica que Tracasa colabora tanto en la administración de más de 700 servicios de mapas como en la creación de los procesos que sirven para automatizar los flujos de trabajo. Zalba destaca la cualificación de los equipos de personas que trabajan en ambos proyectos. “Pese a su juventud, es gente con experiencia, que ha trabajado fuera, con másters y con un muy alto nivel de inglés”, dice.
proyecto en ecuador
Doce veces Navarra. Tracasa ha concluido recientemente uno de sus proyectos internacionales más ambiciosos, desarrollado junto a la empresa Nipsa. Juntos han llevado a cabo la cartografía temática y el Geoportal sobre 122.000 kilómetros cuadrados de terreno, aproximadamente doce veces la superficie completa de Navarra. Con un valor cercano a los 19 millones de euros, este proyecto es un ejemplo de la actividad de Tracasa, que aprovechó en sus orígenes la variada orografía de Navarra como banco de pruebas y campo de aprendizaje para exportar posteriormente este conocimiento. “Digamos que hemos aprendido en Navarra y hemos llevado ese conocimiento a Europa, donde también aprendemos, retornando a Navarra conocimiento y también valor económico”, explica Zalba. - J.A.M.
362
empleados en tracasa
Ubicada en Sarriguren, Tracasa cuenta con 362 trabajadores y su historia se remonta a 1982. Durante años se ubicó en el edificio de el Sario, en la UPNA.