Fráncfort - El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció ayer que la entidad monetaria va a comenzar en junio a comprar deuda corporativa, también la emitida por compañías aseguradoras.

Draghi explicó algunos detalles de las nuevas compras de deuda emitida por empresas con grado de inversión y que en junio también se va a acometer la primera de las nuevas operaciones de refinanciación a muy largo plazo, a cuatro años, a un tipo de interés del 0%.

El presidente del BCE señaló que la entidad va a comprar deuda emitida por empresas que no sean bancos, incluidas compañías aseguradoras, con grado de inversión y con un vencimiento mínimo de seis meses y máximo de hasta 30 años.

El límite de compra máximo, que acometerán seis bancos centrales nacionales, entre ellos el Banco de España, coordinados por el BCE, será de un 70% por cada emisor o, incluso, menos en el caso de empresas públicas que serán tratadas como en el programa de compra de deuda pública.

Los bancos centrales que realizarán las compras son: el Banque Nationale de Belgique, el Bundesbank, el Banco de España, el Banque de France, la Banca d’Italia y el Suomen Pankki de Finlandia.

Previamente el consejo de gobierno del BCE dejó el precio del dinero en el 0% y decidió seguir cobrando a los bancos un 0,40% por los depósitos a un día en la entidad monetaria. Las compras se realizarán en los mercados primario y secundario, es decir, emisiones iniciales y títulos de deuda que ya están en el mercado.

efecto de las políticas Por otro lado, Mario Draghi, defendió la eficacia de las medidas del banco, cargando con dureza contra los críticos de su actuación y advirtiendo de que cuestionar su independencia puede demorar el efecto de los estímulos y obligar a adoptar nuevas medidas.

“Obedecemos la ley, no a los políticos. Somos independientes”, afirmó el banquero italiano al comienzo de la ronda de preguntas en una clara referencia a las recientes críticas vertidas por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, quien incluso acusó a las políticas del BCE de alentar el surgimiento de movimientos populistas como el AfD.

“Algunas críticas pueden poner en peligro la independencia del BCE y frenar la inversión de las empresas. Somos independientes, pero cada vez que la credibilidad de un banco central se pone en duda los resultados se retrasan y es necesario tomar más medidas expansivas”, dijo Draghi. “Nuestras políticas están funcionando, pero necesitan tiempo”, concluyó el presidente del BCE. - Efe/E.P.