Pamplona - Abocado a la liquidación, Davalor dejará a miles de inversores sin los elevadísimos retornos que prometió y seguramente sin el capital que aportaron. Su impulsor, el ingeniero Juan José Marcos, explicaba en una carta la evolución de la compañía, así como sus impresiones acerca de lo sucedido con el proyecto, en concurso de acreedores desde antes del verano.

“No estamos, ni de lejos, donde queríamos estar y creo que esto requiere una explicación por mi parte”, comienza Marcos su misiva, en la que reconoce el punto de no retorno en el que se encuentra la empresa y algunos errores cometidos. En el texto diferencia entre las equivocaciones evitables y las inevitables y entre las segundas apunta a creer que el proyecto se podía desarrollar en Navarra “a pesar de que todos los indicios mostraban ya en 2011 que haría falta un esfuerzo enorme para levantar capital en volumen. Creo que hubiera sido mucho más fácil desarrollarlo en Estados Unidos, donde tenía muchos vínculos profesionales, y que allí a un proyecto con los progresos que hemos conseguido a lo largo del tiempo, no le hubiera faltado capital”. Marcos también considera un error inevitable la inversión hecha en tecnología y personas, así como haber respetado a los pequeños inversores y la deuda contraída en el momento en que algunos fondos y grandes inversores mostraron su interés por la empresa.

Por otro lado, entre las decisiones equivocadas que a su juicio se podrían haber evitado se encuentra haber creído que la clientela actual de la óptica se convertiría en cliente de la máquina. “La realidad de las primeras implantaciones de EVA nos ha mostrado que EVA no motiva suficientemente, por sí misma, al cliente adulto de la óptica y que tampoco lo logra el profesional que le atiende. Ha sido preciso movilizar a los niños y jóvenes (“campaña para colegios”) que, a menudo, no son clientes de esa óptica. Esto significa que el plazo para conseguir un flujo de clientes de EVA suficiente como para alcanzar el punto de equilibrio de la óptica (donde sus ingresos por servicios igualan a su coste por la cuota de renting de EVA) es más largo de lo que previmos”, explica.

Marcos cree también un error haber asumido que el progreso en el desarrollo del proyecto convencería a grandes inversores en 2015, 2016 o 2017. “En esta expectativa, hemos gastado más de lo imprescindible”, admitía. - D.N.