madrid - Los permisos de paternidad y maternidad serán iguales e intransferibles a partir de 2021, según el decreto ley aprobado ayer, que amplía de forma progresiva el de los padres hasta las 16 semanas e incentiva el disfrute igualitario de ambos.

El Consejo de Ministros aprobó un decreto de medidas urgentes para garantizar la igualdad de trato entre mujeres y hombres en el empleo.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró que el objetivo de esta ley es favorecer la corresponsabilidad y dejar de utilizar la maternidad como “un arma en contra del desarrollo laboral y ciudadano de la mujer”, que “no puede seguir pechando de manera exclusiva” con la responsabilidad de los menores.

De esta forma, el permiso de paternidad pasará a ser de 8 semanas desde la entrada en vigor (prevista para el próximo martes) y aumentará a 12 semanas a partir del 1 de enero de 2020 y a 16 semanas desde el primer día de 2021, alcanzando en tres años la media que tienen los países de la Unión Europea (UE), dijo Calvo.

Este año, los padres deberán disfrutar 2 semanas de permiso inmediatamente después del nacimiento o adopción y las 6 restantes las podrán distribuir hasta que el hijo cumpla un año, en tanto que en 2020, el primer período será de 4 semanas, repartiendo las 8 restantes a lo largo del año.

En 2021, se equipara plenamente con la maternidad, convirtiéndose ambos en permisos por nacimiento (que incluye parto o adopción y cuidado del menor), de forma que ambos deberán cogerse 6 semanas inmediatamente después del nacimiento, podrán repartir las 10 restantes durante un año.

coste económico El Gobierno estima que el coste económico de este decreto ley rondará los 610 millones de euros, presupuestado a cargo de la Seguridad Social y su “incremento de la recaudación” gracias a los mayores ingresos derivados del alza del Salario Mínimo y el aumento de la cotización máxima, según manifestó Calvo.

En el proyecto de ley de presupuestos para 2019, el Gobierno preveía gastar 302 millones más para poder financiar la ampliación del permiso de paternidad a ocho semanas en 2019.

Según datos del Ministerio de Trabajo, el gasto en prestaciones por paternidad experimentó en 2018 un incremento anual del 12,2% tras la entrada en vigor el pasado mes de julio de la ampliación del permiso de cuatro a cinco semanas. De acuerdo a estas cifras, el número de prestaciones por paternidad gestionadas en 2018 por la Seguridad Social ascendió a 255.531, un 3,4% menos que en 2017, con un coste superior a los 448 millones de euros (+12,2%).

UGT valoró ayer el paso que supone este decreto, aunque considera insuficientes las medidas, mientras que CCOO criticó al Gobierno por no haber realizado “una verdadera negociación” y le reprochó tratar de aprovechar la oportunidad ante la cercanía del 8 de marzo.

El decreto ley contempla también la recuperación de las cotizaciones sociales para los cuidadores de personas dependientes, principalmente mujeres, que correrán a cargo del Estado aunque serán abonadas por la Seguridad Social, alcanzando junto a la ampliación del permiso de paternidad un coste de unos 610 millones. “Queremos devolverles la posibilidad de la cotización”, reivindicó Calvo, quien reseñó la necesidad de protección que tiene este colectivo y de agradecimiento por la ética y solidaridad, y para “dejar de castigarlo”. Cifró que la brecha de género en las pensiones que se da, entre otros, por este motivo, alcanza el 40%, con una media de 370 euros menos de pensión en el caso de las mujeres respecto a los hombres.

Islandia es el país europeo, no comunitario, que cuenta con los permisos más igualitarios. Tiene un permiso intransferible y retribuido de 5 meses para cada progenitor, a los que se suman otros 2 meses transferibles.

En el caso de la UE, Suecia es el país que ha llegado más lejos. Tiene una licencia remunerada parental por nacimiento de 480 días (16 meses), de los que 90 días (3 meses) están reservados para cada uno de los progenitores y son intransferibles, mientras el resto del tiempo se puede repartir entre ambos. - Efe/E.P.

Dieciséis semanas. El permiso tendrá la misma duración para ambos progenitores, aunque la ampliación se llevará a cabo con un periodo de transición: ocho semanas este año, 12 en 2020 y 16 en 2021.

Seis semanas obligatorias. Las seis semanas siguientes al nacimiento serán obligatorias para ambos, y a jornada completa.

Hasta los doce meses. Transcurridas las primeras seis semanas, el resto podrán distribuirse como se quiera. Interrumpida o ininterrumpidamente, a jornada completa o parcial -previo acuerdo con la empresa-, hasta que el bebé tenga 12 meses.

Una semana extra. Si ambos progenitores disfrutan “con la misma duración y régimen”, es decir, ambos disfrutan de las 10 semanas posteriores a las seis obligatorias, tendrán una semana más extra cada uno.

Trece semanas adicionales. En los casos en los que el bebé necesite hospitalización, la baja para ambos progenitores se ampliará en tantos días como se encuentre hospitalizado, con un máximo de 13 semanas adicionales.

En caso de fallecimiento. Si el bebé falleciese, el periodo de baja no será reducido, salvo si los progenitores solicitan la reincorporación al puesto de trabajo una vez que hayan finalizado las seis primeras semanas obligatorias.

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El Gobierno estima que el coste económico de este decreto ley rondará los 610 millones de euros, presupuestado a cargo de la Seguridad Social y su incremento de la recaudación gracias a los mayores ingresos derivados del alza del Salario Mínimo y el aumento de la cotización máxima.