pamplona - El 27% de las empresas de Navarra se encuentra en una situación de vulnerabilidad financiera, lo que significa que ante cambios de factores externos la probabilidad de que no sean capaces de hacer frente a sus obligaciones de pago es alta, como ha ocurrido hace unos años como consecuencia de la última crisis económica, según se recoge en el análisis realizado por el Observatorio Económico-Financiero de la Pyme de Orkestra (Instituto Vasco de Competitividad), a partir de los resultados del ejercicio de 2017, que es el último del que se disponen de manera completa. Las empresas analizadas han sido un total de 24.146 en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y 7.663 de Navarra.

Precisamente, el crecimiento de la actividad económica, a lo que hay que añadir la importante liquidez financiera existente en los mercados y el bajo coste de la financiación, ha hecho disminuir la situación de vulnerabilidad financiera de las empresas navarras en un punto en un año. En total, las empresas navarras que presentan esta debilidad estructural en sus cuentas alcanzan las 2.051, frente a las 5.612 que tienen una situación de fortaleza para responder a contingencias no previstas en las líneas de financiación.

En el conjunto de Euskal Herria, Navarra, con un 27% de empresas vulnerables en el ámbito financiero, ocupa la segunda posición a un punto de distancia de Gipuzkoa, que es el territorio de la CAV que cuenta con un menor número de estas compañías. La media de la CAV es del 28%, un porcentaje similar a Álava, mientras que Bizkaia el ratio sube al 30%.

A nivel del Estado, las empresas en situación de vulnerabilidad alcanzan el 32%, cinco puntos más que Navarra. Canarias, por sus ventajas fiscales de región ultraperiférica, junto con Catalunya presentan los mejores ratios con un 23% y un 26%, respectivamente, seguidas de Navarra, CAV y La Rioja, mientras que Castilla-La Mancha y Andalucía continúan cerrando la lista y presentando la peor situación.

Por comarcas, Navarra vuelve a ofrecer un dibujo transversal que divide el territorio en dos mitades perfectamente diferenciadas. Así, mientras la comarca de Pamplona y la zona del Noroeste tienen el menor número de empresas vulnerables, entre un 25% y 27,5%, las de Tudela y la zona Media Oriental presentan un escenario que sube hasta el 30%.

El estudio realizado por Orkestra con el apoyo del Instituto Vasco de Finanzas, y que desde el año pasado se realiza en cada ejercicio a partir de todos los datos disponibles a año vencido, evidencia que, a pesar de la positiva evolución que se observa en la situación financiera de las empresas, sin embargo, la cautela por la experiencia vivida en la pasada crisis económica y los efectos originados por la dependencia bancaria siguen existiendo, hasta el punto de que se está primando la autofinanciación respecto a la deuda externa a la hora de realizar inversiones.

baja rentabilidad Sin embargo, para las empresas en vulnerabilidad financiera el principal problema al que se enfrentan es la baja rentabilidad que tienen para sus accionistas y que es insuficiente respecto al endeudamiento externo y su coste, cuyo origen se halla, precisamente, en la existencia de un bajo nivel de fondos propios. Precisamente, la existencia de esa reducida rentabilidad para los accionistas hace difícil la atracción de nuevos fondos propios que puedan mejorar su estructura financiera. En definitiva, una espiral de difícil salida.

Los datos que refleja el Observatorio Económico-Financiero de la Pyme elaborado por Orkestra ponen de relieve que, a pesar de que la situación de crecimiento económico de los últimos años ha facilitado la mejora de la situación financiera de las empresas, que se ha visto reflejada en un descenso de la morosidad hasta el 7,4% en 2018, siendo la tasa más baja desde 2010, sin embargo las compañías en vulnerabilidad financiera se encuentran insuficientemente capitalizadas.

Este panorama de vulnerabilidad financiera coincide en términos generales con la situación que viven las micro y pequeñas empresas que duplican a las medianas y grandes compañías que están en esa situación. Este dato es importante porque las pymes constituyen una parte esencial del tejido productivo y las empresas con menos de 50 trabajadores generan una parte muy importante del empleo.

Se da la circunstancia de que la situación financiera de las empresas mejora cuando se da el salto de pequeñas a medianas. Las grandes empresas tienen un mayor acceso a fuentes de financiación y tienen una mayor capacidad de aumentar sus recursos propios, en el momento en que lo crean oportuno.

préstamos bancarios El estudio de Orkestra constata que, según el Banco de España, los criterios de concesión de préstamos bancarios, una de las principales fuentes de financiación de las empresas, se han endurecido últimamente, con lo que la situación no favorece a aquellas empresas en situación de vulnerabilidad.

En este sentido, el papel de las sociedades de garantías recíprocas puede ser importante en el acceso a la financiación. Asimismo, las políticas públicas tienen una limitada capacidad para incidir en la situación financiera de las empresas, ya que su objetivo es intervenir en ámbitos donde se dan fallos de mercado.

En conclusión, el estudio de Orkestra recomienda avanzar en la consolidación y diversificación de las fuentes de financiación de las empresas como medio para poder mejorar su acceso en un asunto que es clave para su futuro.