Incertidumbre entre más de 200 empresas navarras ante el riesgo de un ‘brexit’ abrupto y sin acuerdo

pamplona - Un caso real: una empresa navarra dedicada al transporte de mercancías. “Tenemos que hacer una carga el día 10 de abril, por lo que se seguramente no entreguemos la mercancía ya en Reino Unido hasta el día 13. ¿Qué hacemos? ¿Y si el 12 hay un brexit sin acuerdo? ¿Voy a pagar aduana? ¿Dejarán entrar al conductor con permiso de conducir válido para la Unión Europea? Muchos transportistas estamos así”, explica el responsable de esta compañía que, como al menos otros dos centenares más, vive pendiente de la salida o no de Reino Unido del espacio económico común.

Guillermo Kessler, subdirector general de Comercio Internacional de Mercancías de la Dirección General de Política Comercial y Competitividad, no tiene una respuesta clara. “Te la juegas”, termina por responder. “Lo mejor es que hables con tu seguro”, interviene otro de los asistentes a la jornada que, sobre el brexit, organizaron ayer entre la Confederación de Empresarios de Navarra y el Instituto de Comercio Exterior (Icex). Juntos intentan arrojar luz a los cerca de dos centenares de empresas navarras que exportan a Reino Unido de manera regular y que temen encontrarse ante una situación caótica la próxima semana. En juego no hay una cantidad menor: se trata del cuarto socio comercial para Navarra, con 441 millones de euros exportados en 2018 y más de 323 millones importados. Y ello -recordaba Isabel Peñaranda, responsable territorial del Icex en Navarra- a pesar de “que Volkswagen Navarra dejó de fabricar los coches destinados al mercado británico”, con lo que las ventas totales desde Navarra cayeron un 20%.

“No tenemos ni idea de lo que va a pasar”, explica Kessler, quien advierte de que todo hace indicar que “tarde o temprano Reino Unido se va a convertir en un país tercero”, ajeno a la Unión Europea. A título personal, Kessler indicaba que ve “muy poco probable” la celebración de un segundo referéndum. “Con independencia del cómo y el cuándo, las empresas van a tener que afrontar más trámites y tienen que estar preparadas para un brexit que va a ser inevitable”.

Varias son las claves que explican el bloque actual y la frontera de Irlanda -la Unión Europea no quiere que se convierta en un agujero por el que se cuelen todas las mercancías y, para respetar los acuerdos de paz, no se desea tampoco una frontera dura entre las dos Irlandas- es quizá la más importante. “Reino Unido quiere autonomía comercial y reglamentaria y la UE no desea que tengas una mejor posición que el resto y quedarse solo con aquellas cuestiones que le beneficien. No puede haber milagros”, resumió Kessler.

“Los ingleses son grandes negociadores y yo todavía confío en que haya un acuerdo de salida”, explicó Natalia Conde, jefa de Dependencia Regional de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Estatal de Administración Tributaria en Navarra. En caso de acuerdo, se abriría un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020, con opción de prórroga. En ese tiempo se aplicarían la legislación de la Unión Europea, el Reino Unido no estaría presente en las instituciones y negociaría la relación futura, “Y todos los bienes puestos en el mercado antes de finalizar el periodo transitorio continuarían en circulación sin problemas”, añadió Kessler.

El asunto se encuentra atascado, sin embargo, en el Parlamento británico, que se resiste a aceptar el acuerdo alcanzado entre May y la Unión Europea debido precisamente a la solución temporal planteada para Irlanda. Y, mientras se acerca la fecha tope del 12 de abril, la Unión Europea ha ido adoptando medidas unilaterales para garantizar el normal funcionamiento en aspectos como el transporte aéreo y terrestre, los servicios financieros y las visas a visitantes. “Llegan 12 millones de turistas al año”, dijo Kessler. Reino Unido, por su parte, ha adelantado que el 85% de los productos no tendrán aranceles, que sí se aplicarán, por ejemplo, a componentes industriales y a productos cárnicos. Pero al eliminarse todos los aranceles al vino, las bodegas europeas, por ejemplo, perderán la ventaja competitiva de la que gozan ahora ante países como Australia o Chile.

Declaración electrónica. Las empresas deberán realizar la declaración de exportación e importación electrónica. Es necesario disponer del software necesario para realizar ese envío si lo hace la propia empresa o, en su caso, contratar a un representante aduanero.

Eori y aranceles. La única autorización impresionable para realizar formalidades aduaneras es el Eori, que se puede solicitar a través de la Sede Electrónica de la AEAT. En función del tipo de NIF es posible que el registro se haga de oficio, pero es recomendable que todos los operadores verifiquen si están dados de alta, y, en caso contrario, lo soliciten pues es un censo que no conlleva ningún tipo de obligación informativa. Habrá que cumplimentar asimismo aranceles, con pago previo o en garantía.