escasamente hace unos días, CGT conoció el fallecimiento de un compañero por causas achacables a la exposición al amianto, que trabajó en la construcción de las canalizaciones de aire caliente que iban desde la central térmica a todas las dependencias de la planta, incluida la aireación de la calefacción.

Mientras en la fábrica todo el mundo parece ajeno a este problema, CGT sigue insistiendo en su importancia, porque ya no son casos aislados y porque consideramos que estamos ante una verdadera pandemia, con devastadoras consecuencias que están comenzando a aflorar.

Los datos, que son terroríficos, figuran en un Informe del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) del 12 de junio de 2019.

Tras la primera muerte “oficial” de la que tuvo conocimiento el comité de VW Navarra, una muerte que el entonces presidente del comité y la sección sindical de UGT ocultaron al resto de representantes sindicales durante 17 meses, la empresa se vio obligada a confeccionar un listado con trabajadores que, en algún momento, estuvieron o pudieron estar expuestos al amianto.

A partir de ese listado, que solo incluye a personal de mantenimiento, el ISPLN ha elaborado un registro de trabajadores potencialmente expuestos al amianto, en el que figuran 260 personas, de las que 197 viven y 63 fallecieron. De estos últimos, 56 murieron antes de poner en marcha el programa del ISPLN, y 16 de ellos padecieron “tumores directamente relacionados con el asbesto?”, es decir, un 28,6%. De las siete muertes sucedidas tras poner en marcha el programa del ISPLN, “en cuatro casos el fallecimiento tuvo relación con el amianto?”, un 71,4% de los casos. En conclusión, “esto significa que el 31,7% de los trabajadores del listado, fallecieron por causas relacionadas directamente con el amianto”.

De los 197 trabajadores que permanecen vivos, solo 159 están siendo controlados por el ISPLN. El resto, o no residen en Navarra o no acudieron a la consulta programada, y por lo tanto se desconoce su estado de salud. De los 159 compañeros que están controlados por el ISPLN, “en 18 casos se encontró patología relacionada con el amianto en el momento de la exploración”, y hay otros 20 casos pendientes de conocer los resultados del examen. En conclusión, “del total de trabajadores vivos de los que se tienen resultados, un 12,9% de los casos ha presentado patología respiratoria relacionada con el amianto”. “De los 202 trabajadores de los que se dispone información clínica, 38 han presentado patologías relacionadas con el amianto, lo cual supone el 18,8%”.

El informe del ISPLN también concluye que “en la lista facilitada por VW pueden no haberse incluido todos los casos de trabajadores expuestos ya que está confeccionada a partir de los datos contrastados de exposición valorados durante la investigación, y no se incluyen aquellos casos de carácter más dudoso o en los que no se ha podido verificar dicha exposición”. Esto es algo que exige la legislación vigente sobre el amianto.

No es de extrañar la preocupación de CGT y del ISPLN por esta situación. Estos terroríficos datos evidencian una verdadera pandemia de enfermedades relacionadas con la exposición al amianto. Pero estos datos pueden ser todavía más escalofriantes si cabe, porque, el listado de personal elaborado por VW Navarra únicamente incluye a personal de mantenimiento, cuando la realidad es, que en esta fábrica se ha manipulado amianto en producción, pudiendo haber muchísimos más compañeros y compañeras afectados tanto de producción como de gestión de materiales, incluso de la subcontrata de limpieza, como de otros compañeros y compañeras de otros departamentos que pudieron estar expuestos únicamente por respirar el aire caliente del sistema de calefacción, ya que era un aire que estaba en continuo contacto con el amianto con el que estaban hechas las canalizaciones. Es sabido que dentro de dichas canalizaciones se realizaban trabajos de reparación, y solo se barría el polvo de amianto desprendido.

Conocemos que familiares de trabajadores expuestos han contraído enfermedades relacionadas con el amianto por haber inhalado fibras de amianto del propio trabajador (prendidas en el pelo o en la piel) o de su ropa de trabajo. De esto también son conscientes en el ISPLN.

La magnitud de este problema, que únicamente parece preocupar a CGT, puede ser de unas dimensiones insospechadas, y la responsable no es otra que la dirección de esta empresa, ya que las causas de todas estas muertes solamente pueden ser achacables a la falta de medidas preventivas que, en cumplimiento con la legislación vigente en cada momento, eran preceptivas.

La desfachatez, la cicatería y la falta de vergüenza con la que la dirección está llevando el tema del amianto, está provocando que muchos compañeros y compañeras que pueden estar afectados o afectadas por una enfermedad relacionada con la exposición al amianto, queden fuera de la vigilancia de la salud que exige la ley, lo que supone el más absoluto desprecio por la seguridad y la salud de una plantilla, y la falta de gratitud de la empresa para con unas personas que lo ha dado todo por esta empresa, incluso sus propias vidas.

CGT exige a VW Navarra elaborar un listado en el que se incluyan todos los trabajadores que formaron parte de la plantilla de esta fábrica, desde su inicio hasta el año en que las canalizaciones fueron clausuradas y desmontadas. De momento lo dejamos ahí, porque también cabe la posibilidad de que algunos de los componentes de los primeros modelos del Polo, fabricados en Landaben, contuvieran amianto, algo que desde la dirección se niega, pero que CGT sigue investigando.

Los autores son miembros del comité de empresa por CGT en VW Navarra