Pamplona - Casi una década tardó Navarra en recuperar el PIB previó a la crisis. Algo más, unos 11 años, en rebasar el número total de afiliados la Seguridad Social que, eso sí, suponen todavía menos puestos de trabajo a tiempo completo. Todavía no ha logrado dejar la tasa de desempleo allí donde se encontraba antes del crack de 2008. Y, como consecuencia de todo ello, las familias siguen gastando menos que entonces, por mucho que en los últimos años se haya recuperado el consumo de forma clara.

Cada mes de julio, la Encuesta de Presupuestos Familiares de Instituto Nacional de Estadística arroja información abundante y detallada sobre el modo en que los ciudadanos emplean su dinero. Y, según la última actualización, correspondiente a 2018, las hogares navarros gastaron por término medio 34.637 euros, 1.766 menos que en el año 2018. Navarra es la segunda comunidad con el gasto por hogar más elevado y la tercera, detrás de Madrid y la CAV, si se atiende al gasto por persona. Son casi 6.000 euros más que en La Rioja y 11.000 más que en Extremadura, la comunidad con el gasto por hogar más reducido.

El gasto no deja de crecer desde el año 2010, cuando tocó suelo con poco más de 30.700 euros anuales y seguramente ascienda de nuevo en 2019. En los seis primeros meses, las ventas del comercio, uno de los indicadores principales del consumo, crecieron un 1,9%, si bien la tendencia apunta a una segunda mitad de año mucho menos alegre: en junio ya entraron en negativo. En su último informe, uno de los más completos de los distintos servicios, BBVA Research señalaba que “la desaparición de los vientos de cola, la atonía de la riqueza financiera, el avance contenido de la financiación y el repunte de la incertidumbre ralentizarán el crecimiento del gasto hasta el 1,8% en 2019 y el 1,7% en 2020”. Y se fijaba en la caída de las ventas de coches como uno de los indicadores más relevantes.

Con descensos cercanos a los dos dígitos en el último año, las matriculaciones de coches suelen funcionar como un indicador fiable de la salud del consumo. Y los datos del INE, comparados con los de 2008, hablan claro: el gasto de los hogares en adquirir un vehículo ha descendido cerca de un 25% respecto a hace una década. No es el único tipo de producto en el que se gasta menos: todo lo que tiene que ver con la vivienda, desde su propio precio y hasta los muebles, exceptuando los suministros, que se han disparado, recibe hoy menos gasto por término medio.

Es la consecuencia del desplome de un sector que pasó de despachar cerca de 11.000 viviendas al año a vender algo menos de 4.000. Si se venden menos casas, cae también el gasto en electrodomésticos, en menaje, en textil para el hogar e incluso en pequeñas y grandes herramientas. En todo caso, la casa se sigue llevando una tercera parte del gasto de los hogares navarros.

Pero hay otros cambios en las prioridades del gasto que hablan también de las nuevas tendencias del consumo. Aunque la alimentación sigue suponiendo alrededor del 15% de nuestro gasto, las cifras totales bajan, pero su distribución por productos es muy desigual. El gasto en carne, pescado y marisco ha descendido en torno a un 15% en la última década y la caída resulta todavía superior (un 20%) en el caso de la leche y los huevos. Por el contrario, sube ligeramente el gasto en frutas y hortalizas, así como en los productos preparados.

Una sociedad, por tanto, algo más vegetariana, pero también más envejecida, que ha incrementado el gasto en buena parte de productos y servicios médicos, que paga cuatro veces más por su teléfono móvil, pero un 15% menos por su factura mensual, que viaja más en tren, que paga menos por leer, más por hacer deporte y entretenerse y que, a pesar de los pesares, se encuentra a punto de rebasar el récord de gasto en comer y en beber fuera de casa. Más de 3.409 euros al año que destina de media cada hogar a consumir en bares y restaurantes.