Pamplona - La producción de coches en España afronta un último cuatrimestre del año con algunos nubarrones de fondo en forma de brexit, guerra comercial y, sobre todo, deterioro de la economía europea. Con Alemania al borde de la recesión, la producción de vehículos encadenará en 2019 en España tres años consecutivos de caídas. Desde los 2,88 millones de vehículos fabricados en 2016, a los 2,84 de 2017 y los 2,81 millones de 2018, las estimaciones apuntan a un descenso de al menos el 35% a finales de este año, hasta quedar la producción en torno a los 2,71 millones de coches, la más baja desde el año 2014.

Volkswagen Navarra vuelve a escapar de esta tendencia como consecuencia de la adjudicación de un segundo modelo (T-Cross), que debería elevar hasta los 320.000 coches la producción de 2019. La llegada de un tercer coche en 2021 y el recorrido que le quede al Polo deberían permitir a la fábrica de Landaben moverse en los próximos años en cifras no inferiores a las de este ejercicio. Algunas previsiones apuntan incluso a producciones sostenidas a medio plazo de 340.000 coches.

Pero la planta Navarra supone casi la única buena noticia del sector. La planta de Mercedes, en Vitoria, acumula ya tres recortes productivos en lo que va de año (6.000 furgonetas menos), como consecuencia de la caída del diésel. Más del 80% de su fabricación emplea este carburante.

La planta de Ford, en Valencia, ha anunciado este verano otro Expediente de Regulación Temporal de Empleo que afectará a todos sus trabajadores hasta final de año, tanto en la planta de coches como en la de motores. También PSA, en Vigo, hay otra regulación de empleo para la línea que fabrica los Peugeot 301 y Citroën C-Elysée. Esta planta da empleo a unas 5.000 personas.

Junto a ello, Nissan tiene pactado un ERE para sus plantas de Barcelona para 600 personas, mientras que la planta de VW en Barcelona, la más grande de España, ha suprimido un turno del Audi A y ha reforzado la producción del Arona. - D.N.