madrid - Funcas, la Fundación de Cajas de Ahorros, ha rebajado hasta el 1,9% su previsión de crecimiento del PIB para este año, lo que supone una caída de tres décimas respecto a su anterior estimación, y apunta a un “final de ciclo” en la economía, pero no a una recesión. Para 2020, ha situado el crecimiento en un 1,5%, lo que supone una disminución de medio punto respecto a sus últimas estimaciones.

La actualización de sus previsiones se produce tras incorporar la revisión de la serie histórica de crecimiento por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente, dos de las tres décimas de rebaja del crecimiento esperado de la economía española se atribuyen a esta revisión, y otra a un menor crecimiento esperado de la demanda interna, según explicó en su presentación de sus Previsiones para España 2019-2021 el director general de Funcas, Carlos Ocaña.

Ocaña señaló que Funcas prevé un crecimiento del empleo este año al 2,2%, del 1,1% en 2020 y del 1,5% en 2021, lo que supondrá una creación de medio millón de empleos en los próximos años, hasta reducir la tasa de paro hasta el 12,2% a finales de 2021.

Respecto al déficit público, Funcas cree que la ralentización de la economía va a frenar su reducción, llevándola hasta el 2,4% al cierre de 2019 -seis décimas por encima del objetivo comprometido por el Gobierno-, al 2,5% en 2020 y del 2,2% en 2021. Según Ocaña, este desequilibrio en las cuentas provocaría que la deuda pública “apenas descendería” en porcentaje del PIB, algo “absolutamente preocupante” para Funcas.

riesgos El director general de Funcas ha reconocido que los datos recabados por el organismo “apuntan a un crecimiento significativamente menor en los próximos trimestres” pero aseguró que “no apuntan a una recesión”. “Hay riesgos importantes, pero en la situación actual lo que se percibe es el final de un ciclo, pero no una recesión”, ha abundado.

Por otro lado, subrayó que la economía española no se encuentra en “una situación comparable” a la que presentaba antes de la anterior crisis económica, pues considera que los “desequilibrios financieros” de los que adolecía “o no existen o no son menos”, la deuda privada, de familias y empresas, “es mucho menor”, y cuenta con un sistema financiero “más saneado, menos expuesto al ladrillo”.

Entre los factores de riesgo que asoman para arrastrar a la baja estas previsiones Funcas cita un brexit “desordenado”, un “recrudecimiento” de las guerras comerciales, un final de ciclo “abrupto” en Estados Unidos y nuevas tensiones geopolíticas que afecten al mercado del petróleo.

Además, Funcas incide en los efectos de la “parálisis” política por la incapacidad de los partidos para formar Gobierno y, por ello, “la incertidumbre” que genera “la ausencia de reformas” pues, a su juicio, “están suponiendo un coste” en la marcha de la economía nacional.

“La evolución menos dinámica del consumo, de la inversión, y el menor crecimiento del empleo, reflejan no solo una menor evolución de los mercados internos, sino también un deterioro de las expectativas que se producen internamente”, aseveró advirtiendo de que “la falta de acción en materia económica no es un problema de futuro, sino es un problema que debería preocupar ahora”.

En este sentido, en Funcas expresaron su deseo de que pueda ser posible, tras las elecciones generales del 10N, “un Gobierno estable y con programas de reformas”, y ponen el ejemplo de Portugal, donde pese a contar “con una economía en dificultades” y ha estado “intervenida por el FMI”, la prima de riesgo ha rebasado “simbólicamente” a la de España. - E.P.

Déficit crónico. Funcas lamenta que “con las políticas económicas actuales, si no se toman medidas, el déficit público se va a estabilizar por encima del 2% del PIB”. “Y en un país que tiene una deuda elevada, en torno al 100% del PIB, es un problema, es algo que deberíamos solucionar”, apostilla. Funcas prevé que la desaceleración se prolongue durante 2020 antes de iniciar su recuperación, período en el cual auguran una aportación de la demanda interna en torno al 1,2%.