ha comenzado la cuenta atrás y la incertidumbre invade a las empresas navarras con relaciones comerciales en el mercado británico. Todavía se desconoce si la UE y Reino Unido alcanzarán un acuerdo para aplicar un brexit ordenado, o por el contrario se producirá una salida abrupta. Un total de 110 compañías y asociaciones sectoriales de la Comunidad Foral con intereses económicos en Reino Unido acudieron a la jornada La empresa española ante el brexit, organizada por la Secretaría de Estado de Comercio, a través de su Delegación Territorial en Navarra, en colaboración con la Cámara de Comercio de España, CEOE y Cámara Navarra de Comercio, Industria y Servicios.

“Quiero ser optimista y espero que haya un acuerdo”, manifestó Lucas González Ojeda, miembro de la Comisión Europea que abordó en su ponencia El acuerdo de retirada del Reino Unido de la UE. Navarra exporta a este mercado por valor de 441 millones cada año, principalmente el sector agroalimentario, el de bienes de equipo y el del automóvil. Es el cuarto destino de las ventas al exterior, aunque la directora territorial de Comercio de Icex en Navarra, Isabel Peñaranda González-Llanos, señaló que los efectos del referéndum de 2016 han tenido sus consecuencias, porque “ha bajado la cuota de mercado sobre el total de exportaciones, del 7,2% al 4,8%. Por ejemplo, se ha pasado de ser el primer importador de vino al segundo tras Alemania”. Pero, esta disminución también se explica porque VW Navarra ya no produce los vehículos destinados a Reino Unido en la factoría de Landaben sino que se fabrican en Sudáfrica. Esta decisión ha influido en la facturación de la partida referente a automóviles en las exportaciones de la Comunidad.

Las repercusiones para las empresas navarras variarán si el brexit se ejecuta con acuerdo a si se lleva a cabo sin pacto. La integrante del Gabinete de Secretaría de Estado de Comercio, Ángeles Saez García, indicó que las organizaciones deben prepararse. Por ello, aconsejó que las compañías se familiaricen con los nuevos requisitos aduaneros y para-aduaneros; que averigüen la necesidad de solicitar licencias o certificaciones, homologaciones, etc; que valoren iniciar procedimientos de registro de propiedad intelectual, industrial y de marca; que integren en la matriz de costes de la empresa la previsión de los derivados de formalidades y requisitos que supondrán tiempo y cargas administrativas; que consideren diferentes alternativas logísticas; y que revisen los contratos e implicaciones por incumplimientos.

periodo de transición Tanto la UE como el Reino Unido están de acuerdo en los diferentes puntos que componen el documento sobre la retirada, excepto en el de colocar una frontera física entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. La UE rechaza esa frontera. Lucas González manifestó que si hay acuerdo, la UE y Reino Unido abrirán un periodo de transición hasta el 31 de diciembre de 2020 para que los agentes implicados puedan adaptarse, tiempo que podrá prorrogarse hasta un máximo de dos años si ambas partes lo consideran, pero tendrían que advertirlo antes del 1 de julio de 2020. “Con pacto, el 1 de noviembre entrará en vigor el periodo de transición”, dijo González. En ese intervalo, la legislación de la UE seguirá aplicándose en el Reino Unido como si fuera un Estado miembro. Además, el país británico permanecerá en la Unión Aduanera de la UE y en el mercado único, con las 4 libertades, y en todas las políticas de la UE; seguirá estando sujeto a las obligaciones derivadas de todos los acuerdos internacionales suscritos por la UE y no podrá aplicar nuevos acuerdos en ámbitos de competencia exclusiva de la UE, a menos que esta última lo autorice; y no estará representado en las instituciones, agencias y organismos de la UE. De esta forma, Reino Unido mantendría sus compromisos financieros con los presupuestos de la UE hasta finales de 2020.

tercer país en la aduana Pero, si el 31 de octubre el parlamento europeo y el de Reino Unido no han dado luz verde al acuerdo, el viernes 1 de noviembre “este último tendrá la consideración de tercer país, sin ninguna preferencia específica y pasará a tratarse como un país no perteneciente a la UE a efectos aduaneros”, detalló Natalia Conde San Martín, jefa de Dependencia Regional de Aduanas y Agencia Estatal de Administración Tributaria en Navarra. En esta caso, “las mercancías que se envíen al país insular o procedan de él se tratarán como las exportadas o importadas desde cualquier otro país con quien la UE no haya suscrito ningún acuerdo comercial o de otro tipo que afecte a las formalidades aduaneras”, dijo.

Natalia Conde destacó que con un brexit duro, una empresa que tiene relaciones comerciales con el Reino Unido debe registrarse ante la autoridad aduanera de su país; obtener un número EORI; comprobar que dispone de la capacidad técnica y humana requerida para afrontar los cambios; lograr información sobre las simplificaciones aduaneras y considerar si solicita el estatuto de operador económico autorizado (OEA).

aranceles Ángeles Saez García, de la Secretaría de Estado de Comercio, destacó que si la salida se hace efectiva el 1 de noviembre, Reino Unido liberalizará el 88% del comercio para el que no habrá aranceles durante el primer año tras el brexit. Reiteró que esta medida no favorece el comercio de la UE, ya que como esos productos distribuidos se encuentran libres de aranceles por los tratados comerciales europeos, los estados miembros “empezarán a competir al mismo nivel que otros países” del mundo. En cambio, sufrirán aranceles un 12% de los artículos, una medida que perjudicará directamente a productos de España y de Navarra: del sector del automóvil -aunque quedan excluidos los componentes-, del textil o de los alimentos -ni a frutas ni a hortalizas-. Además, esta medida influirá en “el origen de la mercancía” en el mercado internacional, puesto que los bienes exportados desde Reino Unido, aunque “contengan inputs de países europeos”, ya “no computarán como bienes europeos”, sino de ese país.