Pamplona - IMQ Prevención organizó ayer en Baluarte una jornada para hablar sobre la situación de los riesgos psicosociales en el ámbito laboral y de sus implicaciones legales. Dirigida tanto a empresarios y trabajadores, como a técnicos en prevención de riesgos o representantes sindicales, y en general a todas las personas interesadas, se abordaron aspectos relacionados con el análisis y el diseño de intervenciones en este ámbito, y se expusieron las herramientas de trabajo que emplea IMQ Prevención para el diagnóstico y resolución de conflictos, tales como el Método ISTAS, el Método FPsico y el Método ICMA.
En la mesa redonda, conducida por el director gerente de IMQ Prevención, Jesús Dalmau; la directora de Gestión Cliente de IMQ Prevención, Esther Enales; la inspectora de Trabajo y Seguridad Social en Navarra, Ana Belén Alonso; la responsable del departamento de Prevención de Riesgos Laborales de la Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por Carretera y Logística (ANET), Cristina de Echanove; e Idoia Pozo, de Empleo y PRL de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), sobre la preocupación actual de las empresas sobre los riesgos psicosociales de los trabajadores que “afectan a diferentes sectores y tipos de actividad, ya sea de carácter industrial o de servicios, así como a cualquier tamaño y condición”. Sobre este aspecto, los expertos señalaron “la necesidad de realizar un mayor esfuerzo para que la prevención de la salud y de los riesgos psicosociales en el trabajo se extiendan a todos los ámbitos empresariales y se les otorgue la misma prioridad que la prevención de la seguridad laboral”, porque según Esther Enales “son factores que afectan a la productividad y a la competitividad de la compañía”. Para ello, Enales expuso “la importancia de valorar el capital humano y la comunicación interna”.
Otras conclusiones que se recogieron en este encuentro fueron que “las empresas no están preparadas para abordar los conflictos”. Ante esta reflexión, Idoia Pozo de CEN expresó que “hace falta un modelo basado en la confianza en todos los ámbitos del modelo de negocio. No sirve de nada avanzar hacia la revolución industrial o a la Industria 4.0 si no se tiene en cuenta a las personas en todo el proceso”.
Por su parte, la inspectora de Trabajo y Seguridad Social de Navarra, Ana Belén Alonso, indicó que “hay más un interés por cumplir la norma que en aplicar herramientas de detección y solución de conflictos”. Y aclaró que “el espíritu de la ley es prevenir los riesgos no solo vinculados a la seguridad e higiene sino también en la psicosociología”. Sobre este aspecto, Cristina de Echanove de ANET añadió que “los riesgos psicosociales es una disciplina que cuesta mucho trabajar y de aplicar por parte de las empresas. En general, por falta de voluntad o porque se consideran factores inherentes a la compañía”.
Según las conclusiones de esta mesa redonda celebrada ayer, “todas las empresas de cualquier tamaño y condición son susceptibles de tener factores de riesgo ligados a su forma y modo de organizar el trabajo y al entorno en el que lo desarrollan”. Por ello, Idoia Pozo recalcó que “cuanto antes se pueda trabajar sobre los conflictos, antes se podrán subsanar los problemas”. En este sentido, Esther Enales aclaró que “ya hay empresas que están invirtiendo en sus empleados y tomando medidas, no tanto por imperativo legal sino bajo un compromiso de empresa saludable. El bienestar de los empleados aporta un valor añadido al modelo de negocio”. Para alcanzar este objetivo, “resulta necesario aumentar la concienciación de los responsables de las empresas y de los propios trabajadores acerca de los beneficios que supone incorporar medidas de protección de la salud y de los riesgos psicosociales a nivel laboral y de los costes que conlleva ignorar este tipo de medidas”, concluyó.
Herramientas de gestión
A lo largo de la mañana, Iratxe Varona, técnico de PRL en IMQ Prevención explicó a los asistentes el Método ISTAS y el Modelo FPsico que emplea la entidad para identificar y medir los factores de riesgo psicosocial en el centro de trabajo. Es decir, aquellas características de la organización para las que hay evidencias científicas suficientes de que pueden perjudicar la salud. Por su parte, María Eugenia Ramos, coordinadora de Gizagune, expuso el Método ICMA, una herramienta empleada por IMQ Prevención para evaluar los riesgos psicosociales de manera preventiva, ya que facilita una visión global de la compañía, además de permitir hacer una evaluación y detectar los elementos o aspectos que las personas están generando o van a generar situaciones de conflicto. “Era un instrumento necesario porque cada vez proliferan más los conflictos en las organizaciones causante de estrés, ansiedad... y no existe ningún otro instrumento que tenga una mirada global y que permite diagnosticar un conflicto manifiesto”, apuntó.
Para finalizar, los miembros de la consultoría especializada en resolución de conflictos, Creatalent, debatieron sobre la gestión de las personas en situaciones de enfrentamiento y cómo las empresas deben prevenir y resolver los problemas “a través de un modelo de gestión integral empresarial basado en la reputación como factor estratégico que busca la excelencia de las organizaciones, con indicadores tangibles e intangibles, que miden su éxito y sus relaciones con el entorno”. Los expertos que presentaron este último debate fueron Gonzalo Alzueta, Anaret Fernández de la Hera, Francisco Javier Lacunza y Marian Garjón.