FRÁNCFORT - El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer en su reunión de política monetaria que revisará su estrategia por primera vez desde el 2003.

Los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona euro continúan inclinados a la baja, aunque "son menos pronunciados", según señaló la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien, coincidiendo con el comienzo de la revisión de la estrategia de la institución, instó a los gobiernos de la eurozona a acometer reformas estructurales y adoptar estímulos fiscales que refuercen el efecto de la política monetaria, que continuará siendo muy laxa para impulsar el retorno de la inflación a niveles próximos al 2%.

"Es necesario acelerar de manera sustancial la implementación de políticas estructurales en los países de la zona euro para impulsar la productividad y el potencial de crecimiento, así como reducir el desempleo estructural e incrementar la resiliencia de los gobiernos", reclamó Lagarde en su comparecencia ante los medios de comunicación, después de que el Consejo de Gobierno del BCE haya mantenido sin cambios su política monetaria y sus medidas de estímulo.

La francesa subrayó la importancia de que aquellos países con margen fiscal tomen medidas de manera "eficaz y oportuna", mientras que los gobiernos con una deuda pública elevada deben actuar de forma prudente para cumplir con sus metas de equilibrio estructural.

"En la zona euro, hay una expansión fiscal muy leve en estos momentos", lamentó Lagarde, quien, sin citar expresamente a Alemania y Países Bajos, señaló que "dos de los países que tienen espacio fiscal están estudiando ahora seriamente cómo expandir fiscalmente sus respectivos presupuestos". "Hay un progreso", constató.

Cuestionada por el impacto de los bajos tipos de interés en los ahorradores alemanes, la presidenta del BCE defendió que una manera de lograr estabilidad de precios es generar crecimiento, señalando que los tipos bajos e incluso negativos, han permitido crear millones de empleos.

"No difiero de mi antecesor en que contar con la política fiscal correcta, incluyendo bajadas de impuestos y más gasto, podría ser de ayuda para intensificar el efecto de la política monetaria", apuntó.

En el análisis macroeconómico del BCE, Lagarde destacó que los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona del euro, incluyendo los relacionados con factores geopolíticos, el proteccionismo y las vulnerabilidades en los mercados emergentes, "siguen inclinados a la baja, pero se han vuelto menos pronunciados" a medida que parte de la incertidumbre en torno al comercio internacional está disminuyendo. - E.P.

cambios profundos

Hasta diciembre. El Banco Central Europeo ha decidido que la formulación de estabilidad de precios y su análisis económico y monetario serán las partes fundamentales de la revisión de su estrategia de política monetaria, que comenzó ayer y finalizará antes de que termine 2020. La estrategia de política monetaria se adoptó en 1998 y algunos de sus elementos se clarificaron en 2003. "No podemos operar de la forma en la que lo hacíamos en 2003, lo que no significa que tengamos que cambiar esto, aquello y lo otro, sino que tenemos que mirar de forma amplia a la efectividad de nuestra política monetaria", subrayó Lagarde, que espera concluir la revisión en torno a noviembre o diciembre. El BC dijo que, desde 2003, la economía ha experimentado "cambios estructurales profundos".