madrid - El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró ayer que no aceptará “un trágala” con los cambios que el Gobierno quiere hacer de la reforma laboral y explicó que, de ellos, “el más peligroso” para las empresas es el que busca limitar la subcontratación.

En EsRadio, el líder de los empresarios dejó claro que España “tendrá un problema” si se resta flexibilidad a las empresas al derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral, entre los que destacó la prevalencia del convenio de empresa, la ultraactividad y la subcontratación.

Además, indicó que la CEOE acudirá al Parlamento y exigirá a todos los grupos que se posicionen y responsabilicen sobre los cambios laborales que aprueben.

“Nosotros aminoraremos daños donde consideremos que algo podemos mejorar, pero algunos aspectos tendremos que decir que no, aquellos que impidan a las empresas adaptarse, y lo diremos sin aspavientos y con mucha educación”, señaló.

El control de daños, dijo, es lo que también ha practicado en el acuerdo firmado junto a los sindicatos para elevar en 50 euros el salario mínimo interprofesional (SMI) para 2020 (hasta los 950 euros, el 5,5% más).

Esa subida ha sido “la mitad de la que el Gobierno planteaba”, aunque la patronal la habría dejado entre el 1 y el 1,5%, dijo.

Para el líder de los empresarios, el alza del SMI sí ha tenido repercusión en el empleo del sector agrario, por lo que pidió al Ministro de Agricultura que convoque la mesa del campo.

Garamendi afirmó que, aunque “se nos dijo que no había ningún problema” en el campo, “algo ha tenido que afectar” la subida del SMI, una medida que también supone una “paradoja e insolidaridad”, ya que los precios que paga la Administración en los contratos públicos no se actualizan de igual forma. - Efe