El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, advirtió este martes del riesgo de que la crisis económica del coronavirus genere una fragmentación en el mercado único de la Unión Europea (UE) y en la eurozona, y apostó por financiar la recuperación tras la pandemia con nuevos instrumentos.

"Los riesgos de recesión y recuperación se distribuyen de manera desigual en la eurozona. Cuando la ubicación de una empresa en la Unión es un factor clave para su capacidad de recuperarse de la crisis, el mercado único está en juego", declaró el político durante una reunión virtual de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

En ese sentido, precisó que si el brote de COVID-19 no se trata de manera adecuada dará lugar a un panorana socioeconómico y financiero "altamente fragmentado" en el club comunitario.

"La fragmentación socavaría el mercado único y la unión monetaria", subrayó Centeno, quien instó a evitar ese escenario.

En particular, puso el acento sobre la necesidad de acordar un plan para abordar la deuda pública que generará la crisis sanitaria en los Estados miembros.

"La deuda aumentará en todos los sitios por esta tragedia humana que no tiene nada que ver con nuestras posiciones de partida o ubicación en el mapa. (...) En algunos países esto generará presión sobre las finanzas públicas que pondrá en riesgo la estabilidad financiera", comentó sobre un escenario en el que los países más afectados por la pandemia, como España e Italia, podrían ver crecer sus ya elevadas deudas públicas.

Por tanto, dijo que es necesario "encontrar una solución para este problema" y destacó que las instituciones europeas están trabajando en remedios.

Los ministros de Finanzas europeos acordaron a principios de mes un paquete de medidas económicas por valor de más de medio billón de euros para responder a la crisis económica del coronavirus y también se comprometieron a trabajar en un fondo de recuperación para la etapa posterior a la pandemia.

En la cumbre europea del próximo jueves, los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete esperan dar luz verde al paquete de medidas económicas y debatir cómo financiar ese fondo de recuperación.

Centeno recordó que algunos Estados miembros, entre ellos España e Italia, defienden emitir deuda de manera conjunta en la eurozona para financiar esa recuperación.

No obstante, reconoció que otros países se oponen a emitir deuda de forma conjunta, si bien matizó que no están en contra de adoptar "medidas extraordinarias" para respaldar la recuperación. Es el caso de Alemania, Holanda o Austria.

Así, el también ministro de Finanzas portugués instó a alejarse "del camino trillado de las viejas líneas rojas" y a centrarse en "lo que sea que funcione para resolver el problema".

"Necesitamos un plan de estímulo considerable y una solución común para gestionar la consiguiente carga de la deuda", afirmó.

Este pasado lunes, España propuso crear un fondo de entre un billón y un billón y medio de euros para buscar la recuperación tras la pandemia, que debería financiarse mediante deuda europea perpetua.

La iniciativa considera que las partidas de ese fondo a los países deben hacerse por transferencias directas y no préstamos -para que no aumente el ratio de deuda pública de los países. Al ser deuda perpetúa, solo habría que devolver los intereses.

Centeno defendió que para el fondo de recuperación se necesita "nuevo dinero" que se pueda "desplegar" con rapidez.

"La recuperación comienza cuando el confinamiento empieza a terminar y todos esperamos que eso ocurra en las próximas semanas", apuntó.

Entre las medidas por valor de más de medio billón de euros que los ministros de los Veintisiete pactaron este mes figura una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) -el fondo de rescate de la eurozona- con 240.000 millones de euros en créditos.

Esa línea podrá prestar a cada país hasta el 2 % de su PIB con la condición de que el dinero se use para financiar el gasto sanitario directo o indirecto y que los países refuercen después su economía, en línea con las normas fiscales comunitarias.

Pese a que las condiciones son mucho más ligeras que durante la anterior crisis financiera y no se incluyen ajustes ni reformas, el MEDE conlleva el estigma de los rescates a Grecia, Portugal o el sector bancario español.

Centeno insistió hoy en que la línea de crédito no incluye "condicionalidad por la puerta de atrás", no tiene asociados "estigmas" y tampoco incluye una troika con representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional que viaje a los países para vigilar el desarrollo de reformas.

Por otro lado, subrayó que las respuestas nacionales en cada Estado miembro, si no van acompañadas de medidas europeas, suponen abordar la crisis con un enfoque de "hacer lo que puedas".

"El impulso fiscal inmediato fue casi siete veces mayor en Alemania que en Italia, aunque la crisis ha sido más dura en el segundo país", ilustró.