- Navarra será la comunidad en la que menos empleo se va a destruir por la crisis económica derivada del coronavirus, según las previsiones de BBVA Research, recogidas en el informe trimestral sobre la Evolución del empleo en Navarra, elaborado por el Observatorio de la Realidad Social. Según la entidad financiera, desaparecerán 10.000 puestos de trabajo en esta recesión -aunque solamente entre marzo y abril el paro creció en casi 6.500 personas, hasta las 40.442-, según Nastat. En las primeras semanas del estado de alarma, Navarra sufrió un mayor impacto en el empleo, pero ahora se ha contenido. Sin embargo, todavía se desconocen los efectos de los ERTE por fuerza mayor, ampliados hasta el 30 de junio, sobre los puestos de trabajo una vez dejen de estar en vigor. La Comunidad ha registrado casi 7.000 expedientes temporales, que han afectado a más de 65.000 empleados.

La consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, y el director general de este Observatorio, Luis Campos, presentaron el estudio que insiste en que el sector agroalimentario va a salir reforzado de esta crisis, junto al sector primario, y defiende la implantación de "actividades consideradas de menor valor añadido pero que suministran productos clave en pandemias de este tipo, como ha ocurrido con los equipos de protección individual (EPI), compuestos por mascarillas, guantes y otros artículos", detalla Campos. Apostar por implantar estas actividades en Navarra "generará cierta creación de empleo", manifiesta.

El estudio muestra su preocupación por el turismo y la hostelería, "gravemente afectados por el estado de alarma, y a los que se unen las dudas sobre la automoción, con un peso específico importante para la Comunidad Foral, por la posible caída de la demanda", detalla.

La recesión provocada por esta crisis sanitaria va a incrementar la precariedad en las nuevas contrataciones y va a incrementar la flexibilidad sobre la organización del trabajo y sobre la delimitación de nuevas tipologías en relación a la jornada, duración, ubicación y control, para así conservar los empleos. "Hay que abrir un debate sobre la necesidad de desarrollar políticas sobre combinar la flexibilidad con la seguridad de las condiciones laborales en un marco de relaciones justo", destaca el director general del Observatorio.

Además, el COVID-19 ha acelerado la implantación de la digitalización y el teletrabajo en los modelos de negocio. "Estas dos líneas pueden mejorar la competitividad de las empresas, pero también generar pérdidas de puestos de trabajo y su desregulación al desestructurar las relaciones laborales", advierte.

El departamento de Maeztu alerta por medio de este informe que "en un espacio breve de tiempo, habrá una fuerte tensión sobre los Servicios Sociales al concluir la protección vinculada a los ERTE y al incrementar el desempleo y la vulnerabilidad social". Esta crisis nuevamente va a perjudicar a los colectivos frágiles, jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, inmigrantes y mayores de 55 años. Campos incide en los efectos de esta recesión tanto en los jóvenes de baja cualificación, porque serán expulsados del mercado laboral por la digitalización y la robotización; como en los formados. "La generación más preparada de la historia se enfrenta por segunda vez a una potente recesión que desbarata sus expectativas laborales, con lo que hay riesgo de una nueva migración los próximos meses, como ocurrió en 2008", aclara Campos.

Además, el Observatorio de la Realidad Social remarca que "si la falta de empleo afecta con dureza a las zonas más vulnerables de nuestro territorio, se podría estar ante un golpe de gracia para generar varias navarras a diferentes velocidades", manifiesta. Campos recuerda que existen diferencias entre el norte y la zona media de la Comunidad con el sur. "La estadística refleja que la Ribera engloba un nivel de formación más bajo que en las otras áreas", destaca.

Ante esta situación, el Observatorio plantea la necesidad de "articular propuestas que eviten el incremento de la desigualdad y que ayuden a construir un nuevo modelo basado en la colaboración, la innovación, la igualdad de oportunidades, la adaptabilidad y la flexibilidad", manifiesta Maeztu. Para ello, propone la necesidad de "revisar la gestión de las políticas activas" del Gobierno de Navarra, "revisando los mecanismos de asignación y distribución de los presupuestos para flexibilizar su aplicación adaptándolas a las nuevas necesidades del empleo". También propone "flexibilizar los criterios de gestión y justificación de las subvenciones"; e "incrementar la colaboración y coordinación entre servicios de empleo y servicios sociales a nivel local para poder atender de forma global las necesidades de las personas".

Plantea fomentar la iniciativa empresarial, especialmente con fórmulas de economía social y economía circular, así como intensificar la colaboración del Ejecutivo foral con las empresas "para monitorizar la evolución de la demanda específica en cada sector y ámbito territorial, y desarrollar así programas que garanticen la puesta a disposición de personas trabajadoras, e identificar qué perfiles profesionales requieren". Estas propuestas se han presentado a la Administración y a los agentes sociales.

Refuerzo temporal de la plantilla del SNE. El Observatorio de la Realidad Social propone en su informe la necesidad de reforzar de manera temporal la plantilla del Servicio Navarro de Empleo (SNE), "ante el previsible incremento del paro estos meses". El refuerzo de profesionales tiene que estar acompañado "de formación exprés y ad hoc sobre las demandas que van a atender y sus recursos correspondientes para facilitar una gestión ágil a los usuarios".

"Rebrote de despidos tras concluir los ERTE". El informe manifiesta que "es previsible un rebrote muy importante en el momento de la finalización de los expedientes de regulación de empleo de suspensión temporal (ERTE), ya que gran parte de las personas con contratos eventuales afectados por ellos, pueden acabar en situación de desempleo", manifiesta el informe del Observatorio de la Realidad Social.