ada primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, una iniciativa promovida por las Naciones Unidas. Su objetivo es reconocer las contribuciones del cooperativismo a nivel mundial y fortalecer y ampliar las alianzas entre cooperativas, organizaciones que las representan y otros actores públicos y privados.

Por este motivo queremos, en primer lugar, hacer un sincero reconocimiento al esfuerzo y compromiso de tantas personas. Cooperativistas que han desarrollado su labor en actividades esenciales durante la pandemia, que están innovando y buscando soluciones para las nuevas necesidades y que siguen generando proyectos de emprendimiento colectivo para dinamizar sus comarcas. Continúan tejiendo una red de responsabilidad y una apuesta firme por nuestra tierra que es importante visibilizar, porque, en momentos de incertidumbre como los actuales, aportan seguridad.

En Navarra, el cooperativismo hunde sus raíces en la tierra, está presente prácticamente en cada municipio y ha generado una sólida estructura con ejemplos de éxito centenarios.

En Navarra cada 20 kilómetros cuadrados hay una cooperativa. Somos cooperativas agroalimentarias, de trabajo asociado, de iniciativa social, de crédito, de educación, industriales, distribución, microcooperativas... Estamos en todos los sectores de actividad, desde grandes grupos con proyección internacional e industrias en sectores estratégicos hasta pequeñas pymes comerciales y de servicios. Aportamos el equivalente al 12% del PIB de nuestra comunidad y damos empleo directo a más de 11.000 personas. Nuestros valores están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, y estamos comprometidos con la igualdad de género, la integración generacional y la igualdad de oportunidades.

Hemos vivido crisis, bonanzas y enormes transformaciones tecnológicas y seguimos aquí. No solo eso, Navarra se ha convertido en una referencia a nivel nacional e, incluso, europeo por sus cooperativas. Generamos confianza porque, gracias al compromiso responsable de las personas cooperativistas, en los buenos momentos reinvertimos los beneficios y en los malos no nos rendimos. Nos quedamos, no deslocalizamos y seguimos buscando la manera de innovar, de cooperar para abrir nuevos mercados y de integrarnos para ser más robustos.

El cooperativismo es, en definitiva, una de nuestras grandes fortalezas, que en estos momentos complejos no debemos desaprovechar. Es parte de nuestra identidad como una comunidad formada por personas comprometidas con el trabajo serio y responsable, con la creación de empleo estable y de calidad, con la respuesta solidaria en los momentos difíciles, con unas ciudades y pueblos vivos donde jóvenes y mayores, mujeres y hombres, pueden quedarse, tener una vida profesional y acceder a servicios que de otra forma no serían posibles.

Por eso, la reactivación de Navarra será más sólida, sostenible y llegará a personas de todos los territorios si tiene en cuenta a las cooperativas. Desde UCAN, que representamos a las cooperativas agroalimentarias, y desde ANEL, que reúne a las de trabajo asociado, distribución, iniciativa social, transporte y crédito, estamos dispuestos a trabajar con todas las instituciones y en todos los foros para que esto sea posible. Ya en 2019 ambas organizaciones firmamos un acuerdo de colaboración para potenciar juntas el cooperativismo.

Porque, como también se celebra en este Día Internacional, se trata de cooperar, de crear alianzas constructivas para una reactivación y transformación económica basada en empleo estable y de calidad, innovación social, igualdad de oportunidades e inclusión, que permita competir sin dejar a las personas atrás. Valores propios de las cooperativas que es necesario, ahora más que nunca, compartir y reforzar.

Creemos que es necesario seguir apoyando aspectos como la integración cooperativa y una mejor vertebración de la cadena alimentaria que dignifique al productor local para dar respuesta a las exigencias de innovación y de valor añadido. Además, en momentos como el actual es imprescindible facilitar las reconversiones y transformaciones de empresas en crisis con medidas legales para favorecer la transmisión de la unidad productiva a las personas trabajadoras y con mecanismos de financiación adecuados. También es necesario apoyar al emprendimiento cooperativo como un mecanismo efectivo de creación de empleo, entre muchas otras cuestiones.

Por eso, es fundamental poner en marcha el II Plan Integral de Economía Social de Navarra, porque un futuro con unas cooperativas sólidas representa un mejor futuro para Navarra.Los autores son presidente de la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra (ANEL), y presidente de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), respectivamente