- Navarra ha cerrado el primer semestre con un descuadre en sus cuentas histórico. Gestado en apenas 15 semanas y sin previsión de poder cerrarlo en mucho tiempo, el desequilibrio volverá a disparar la deuda pública, contenida después de tres ejercicios con las cuentas prácticamente en orden. No será el caso de 2020. Según los datos de Ejecución presupuestaria que publica Hacienda, la Comunidad Foral ha ingresado entre enero y junio unos 600 millones de euros menos de los que ha gastado.

Las cuentas se mantuvieron más o menos en orden hasta los primeros días de marzo. Para entonces, Hacienda ya percibía que algo estaba sucediendo. A la desaceleración económica iniciada en 2019 se sumaba una incertidumbre creciente que comenzaba a lastrar el crecimiento del empleo y, por tanto, los ingresos por IRPF. Pero todo se detuvo en seco a partir del 15 de marzo. En el segundo trimestre del año, la recaudación tributaria ha caído más de un 40%, sin que, de momento, se haya resentido el nivel de gasto e inversión del Gobierno de Navarra.

De hecho, según recordaba ayer el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat) "la ejecución presupuestaria de los gastos de la Administración de la Comunidad Foral de Navarra ha aumentado este año, siendo en junio el 47% del presupuesto anual, cifra algo superior a lo ejecutado en esa misma fecha el año pasado (45,7%)". Esta mayor ejecución se debe en parte a las medidas extraordinarias adoptadas para responder al impacto económico generado por la crisis sanitaria que incluían, entre otras, la suspensión temporal de los plazos tributarios o el aplazamiento excepcional de las deudas tributarias. De este modo la aportación de las Administraciones Públicas, medidas en el Valor Añadido Bruto de los Servicios de no mercado y el Gasto en consumo final de las Administraciones Públicas, supone el único componente positivo del PIB, que se hunde en el resto de variables.

La brecha generada oscila entre los 500 y los 600 millones de euros en función de la variable que se considere. Tomando únicamente los ingresos (1.333 millones) y los gastos corrientes (1.830) la brecha se queda en la horquilla más reducida, que crece de manera sustancial según explicaba ayer Nastat. "La diferencia entre ingresos y gastos en junio era de 598,3 millones cuando el año pasado en la misma fecha esa cifra era de -182,9 millones".

Esta situación obligará a Hacienda a elevar de manera sustancial el endeudamiento, lo que se ha convertido en casi una constante desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis de 2008. El acuerdo inicial entre el Gobierno de Navarra y el Estado supone cerrar el año con un déficit del 2,3% del PIB, lo que le daría a Navarra la oportunidad de emitir deuda por valor de unos 400 millones de euros. Esta cifra se revisará en septiembre y seguramente se amplíe hasta el 2,6% que ya ha negociado el PNV para la Comunidad Autónoma Vasca, por lo que la capacidad de endeudamiento de Navarra crecería hasta aproximarse a los 500 millones de euros.

Con estas nuevas emisiones de deuda, que seguramente puedan hacerse además a muy bajos tipos de interés, Navarra confía en poder cuadrar un Presupuesto sobre el que de momento no se ha actuado por la vía del gasto ni, como se aprecia en las cifras comparadas con 2019, por la de la inejecución presupuestaria, partidas que finalmente no se utilizan y suponen un ahorro.

La Comunidad Foral, pese a haber quintuplicado su deuda total desde el año 2008, se encuentra además en el reducido grupo de comunidades autónomas que cerró 2019 con superávit, junto con Baleares, Canarias y la CAV. Actualmente, la deuda foral se sitúa en el 15,7% del PIB, en 3.197 millones de euros, lo que supone la cifra más baja desde 2014.

-20,9%

Segun la Airef, el PIB se desplomó en Navarra un 20,9% en el segundo trimestre del año, sensiblemente por encima de las estimaciones que ha realizado el Instituto de Estadística de Navarra.

41%

En el segundo trimestre del año, los ingresos de Hacienda Foral se desplomaron un 41%, la mayor caída de la serie histórica como consecuencia de la pandemia y el confinamiento.