- La riqueza financiera de las familias y entidades sin ánimo de lucro (Isflsh) españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros que guardan y las deudas que tienen, se redujo un 1,8% en el tercer trimestre de 2020 frente al segundo, lastrada por la incertidumbre provocada por la pandemia de coronavirus. En relación con el PIB, los activos financieros netos de las familias españolas representaron el 135,9%, ratio que, en este caso, es 7,1 puntos porcentuales superior a la de un año antes, sobre todo debido a que el PIB retrocedió con más intensidad que el valor de estos activos.

Según los datos publicados ayer por el Banco de España, este indicador también empeoró en comparación con el tercer trimestre de 2019, un 2%, al situarse en 1,558 billones de euros, frente a los 1,590 billones de entonces.

En relación con el PIB, los activos financieros netos de familias y entidades sin ánimo de lucro representaron el 135,9%, ratio que es 7,1 puntos porcentuales superior al de un año antes debido a que el producto interior bruto retrocedió con más intensidad que el valor de estos activos.

Los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- bajaron a cierre de septiembre un 1,66% en comparación con junio y un 1,8% en comparación con un año antes, y quedaron en 2,313 billones.

Esta caída, explica el Banco de España, se debió sobre todo a la bajada del precio de los activos en los mercados financieros, principalmente en el primer trimestre del año, mientras que las transacciones fueron positivas, con una adquisición neta de activos financieros de 75,9 millones de euros en el último año.

Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se concentraba en efectivo y depósitos (el 42% del total), seguido de participaciones en el capital (24%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (14%).

El dinero en efectivo y los depósitos fueron el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares en tasa interanual, en 3,7 puntos porcentuales, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó, 4 puntos, por el impacto negativo de las revalorizaciones.

La deuda consolidada de las sociedades no financieras y las familias alcanzó los 1,643 billones de euros, por encima de los 1,622 billones de un año antes, lo que representa un 143,2% del PIB y 8,9 puntos porcentuales más, debido tanto al aumento de la propia deuda como, en mayor medida, a la caída del PIB.

El incremento de la deuda agregada fue fruto de un comportamiento dispar de estos dos sectores, ya que la deuda consolidada de las sociedades no financieras aumentó desde los 913.000 millones de euros a los 941.000 millones y alcanzó un 82,1% del PIB, ratio que crecería hasta un 104,8% si se incluyese la deuda entre empresas, explica el Banco de España. La deuda de los hogares y entidades sin ánimo de lucro disminuyó a 701.000 millones, lo que situó la ratio en un 61,2% del PIB.

0,2% sobre operaciones financieras. El impuesto sobre transacciones financieras, comúnmente conocido como tasa Tobin entrará en vigor hoy. El objetivo anunciado hace ya casi un año por el Gobierno es gravar las compras y ventas de acciones de empresas grandes para así financiar la Seguridad Social. Como todos los impuestos pueden crear comportamientos en los afectados para evitar este impuesto, aunque sea bastante bajo (0,2% de la operación). Y en esta ocasión la tasa está bastante mal diseñada. Aunque no se diga explícitamente, el motivo para poner una tasa específica a la compra y venta de acciones es frenar la especulación.