Por segundo año consecutivo, Navarra vio en 2020 cómo se le escapaban más empresas de las que llegaban. Un saldo negativo de 14 compañías, similar al de 2020, y que se explica en buena medida por la fuga de sociedades a Madrid, que, a pesar de la pandemia, ha continuando absorbiendo talento y actividad económica en los últimos meses.

De hecho, según los datos de DB Informa, 51 empresas trasladaron su domicilio hasta la Comunidad Foral durante 2020, mientras que 65 se marcharon y buscaron otros alojamientos. La mayor parte de las que se fueron (35, un 53%) se marchó a Madrid, que desde 2016 ha visto cómo 161 compañías realizaban el mismo camino y abandonaban el registro mercantil de la Comunidad Foral con destino al madrileño. En total, el saldo negativo de empresas se traduce en 2020 en una pérdida de facturación de unos cinco millones de euros.

Madrid fue, con gran diferencia, la comunidad con un mayor saldo positivo en 2020, con un incremento de 572 compañías registradas, que contrasta una vez más con el descenso de 320 empresas en Catalunya. "En estos últimos años, los cambios de domicilio han sido estudiados especialmente por el aumento de salidas de empresas de Catalunya que se produjo como la consecuencia de la crisis política catalana", explican desde DB Informa, y señalan que, en todo caso "también se puede interpretar como la capacidad de atracción de una comunidad en términos de negocio". Así, en buena medida por el impacto de la crisis catalana, de 2017 a 2018, el número de cambios de domicilio alcanzó su máximo y a partir de 2019 empezó a disminuir. Este descenso siguió en 2020, con 4.010 cambios de domicilio a otra comunidad, la cifra más baja desde 2014".

Madrid no fue en 2020 la única comunidad que captó empresas desde Navarra. Tras ella, si bien a mucha distancia, se situó La Rioja (seis empresas), que en los últimos años ha rebajado algunos tributos con el objetivo de ganar en competitividad. La CAV (cinco empresas), Aragón (cuatro empresas) y Catalunya (3) fueron los otros tres destinos principales para las empresas navarras. Navarra, en cualquier caso, mostró que sigue siendo una comunidad atractiva, al recibir a diez empresas que se trasladaron procedentes de la CAV, cinco de Aragón y cinco de Andalucía.

De hecho, si bien en 2019 y 2020 el saldo ha sido ligeramente negativo, en tanto en 2017 como en 2018 el número de empresas que llegó a Navarra fue muy superior al que se marchó, con 33 y 45 empresas de salto positivo respectivamente. No fue así, sin embargo, en 2016 (-73), 2015 (-10) y 2014 (-21). En 2013, primer año del que existen datos homologables, el saldo fue positivo con 73 empresas. En total, durante los últimos ocho años, Navarra ha recibido 29 empresas más de que se han marchado.

Ninguna autonomía mantiene una tendencia homogénea desde el cuarto trimestre 2019. Cuatro comunidades mantienen un saldo negativo desde el primer trimestre de 2020: Castilla y León, Catalunya, Ceuta y Navarra. Por el contrario, sólo Madrid sigue con un saldo positivo desde el cuarto trimestre de 2019.

Navarra-14

Facturación. El movimiento de empresas de una comunidad a otra tiene también consecuencias económicas para cada una de ellas. No resultan sencillas de medir, especialmente en corto plazo, pero sí se sabe que la pérdida acumulada de facturación empresarial para Navarra entre 2016 y 2020 rondaría los 158 millones de euros, una cifra que se obtiene de restar las ventas de las empresas que se marcharon de aquellas que llegaron. En 2020, en toda España, los cambios más relevantes fueron los de Iberdrola Generación Nuclear, que cambió su domicilio social de Madrid a Bizkaia, moviendo de este modo la sede de una sociedad que factura unos 1.133 millones de euros. Igualmente, no todo fueron, mucho menos, malas noticias para Cataluña, que se benefició de la llegada desde Madrid de la empresa Bunge Ibérica, especializada en el sector agroalimentario, que factura más de 3.293 millones de euros y que se instaló en Sant Just Desvern.