La Unión Europea y Estados Unidos anunciaron ayer un acuerdo para reajustar las cuotas agrícolas del club comunitario en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), algo que ambas partes estaban obligadas a cerrar tras la salida formal de Reino Unido del club comunitario el 1 de enero de este año.

Estas cuotas hacen referencia a una cantidad determinada de productos agroalimentarios que pueden ser importados al bloque comunitario desde Estados Unidos con unos aranceles menores a los que se aplican con carácter general, o incluso nulos.

Como consecuencia de la salida de Londres del bloque, la UE tenía que llegar a un acuerdo con Washington para actualizar esas cuotas y que reflejaran el volumen correspondiente para sus veintisiete socios y la parte que corresponde a Reino Unido.

En un comunicado, la Comisión Europea explicó que el acuerdo con las autoridades estadounidenses pone fin a “dos años de negociaciones” en el marco de la OMC para “dividir las cuotas de la UE”. El pacto “refleja los flujos comerciales más recientes” y cubre “docenas de cuotas y miles de millones de euros” en intercambios de productos como la carne de vacuno o pollo, arroz, lácteos, frutas y verduras y vinos.

La UE, de hecho, está inmersa en negociaciones similares para la renovación de sus cuotas agrícolas para otros 21 socios comerciales y ya ha concluido las conversaciones con Argentina, Australia, Noruega, Pakistán, Tailandia e Indonesia, entre otros.

El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, celebró el pacto con el “socio más importante” de la UE y destacó que “preserva los volúmenes originales pero los divide entre la UE y Reino Unido. “Da certidumbre y estabilidad a nuestro comercio agrícola y nuestros mercados”, ha añadido el polaco.

Wojciechowski también subrayó que el acuerdo “manda una buena señal” sobre el compromiso de ambas partes de trabajar tanto de forma bilateral como en el marco de la OMC. El anuncio llega precisamente tres días después de que Bruselas y Washington suspendieran temporalmente los aranceles que se habían impuesto mutuamente en el marco del conflicto por los subsidios a Airbus y a Boeing, y que afectaba también a productos agrícolas.