- La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, negó ayer que choques en el seno del Ejecutivo estén retrasando la aprobación del paquete de 11.000 millones de ayudas a empresas, pero no ha desvelado el monto de las que serán directas porque “no es una subasta”.

Calviño hizo declaraciones ante los periodistas desde el Senado, después de que la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negara en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la demora de este fondo, cuya aprobación se esperaba este martes, se deba a desacuerdos. “Estamos dando los últimos retoques, terminando de ajustar todos los detalles para que sea aprobado el viernes en un Consejo de Ministros extraordinario”, explicó Calviño.

Y, preguntada sobre si las ayudas directas supondrán 2.000, 5.000 o 8.000 millones de euros de los 11.000 anunciados, ha apuntado que “esto no es una especie de subasta de cantidades” sino una cuestión “compleja que no se resuelve en un tuit o en una nota”.

Después de que Montero haya aducido cuestiones técnicas para explicar el retraso, la ministra de Economía ha apuntado que se están “terminando ajustes técnicos” ante un real decreto ley “con muchas páginas” y que debe responder a “estándares de seguridad jurídica y de racionalidad económica”.

Calviño puso el foco en que las “ayudas lleguen y se canalicen al conjunto de la economía reduciendo el endeudamiento para que, “cuando bajen las restricciones y se recupere la demanda” las empresas puedan afrontar la contratación de trabajadores y la recuperación. Además, defendió que éste es un “paquete adicional de ayudas directas” para apoyar la “solvencia” que sigue a un conjunto de ayudas que “han permitido proteger el tejido productivo, el empleo y la renta de las familias”.