Algo marcha mal cuando las pensiones cada vez están más cerca de los salarios. Y en Navarra y en toda España hace tiempo que viene sucediendo. La pensión media que se cobra en Navarra supone ya el 66,18% del salario medio. Se trata de la proporción más elevada de la historia reciente, la consecuencia del débil comportamiento de los salarios en la última década y una muestra de un desequilibrio generacional que amenaza con agrietar la sostenibilidad del propio sistema de bienestar.

Según los datos de 2021, un jubilado medio cobra en Navarra 1.339,39 euros, mientras que el sueldo medio, el cuarto más elevado de entre todas las comunidades, alcanza los 2.023,81 euros. Una y otra cifra han tenido, sin embargo, un comportamiento muy diferente en la última década. Mientras que los salarios han crecido algo más de un 6%, las pensión media ha crecido cinco veces más, por encima del 30%. Y si hace una década la pensión media apenas suponía un 53% del sueldo medio esta proporción se ha estrechado hoy de manera llamativa.

No se trata de que las pensiones se hayan revalorizado de ese modo. Han crecido mucho menos, en línea con la inflación y con las subidas anunciadas por el Gobierno central. Así, aunque en 2011 las pensiones estuvieron congeladas y entre 2014 y 2017 subieron un 0,25 %, las pensiones de jubilación han experimentado alzas del 1 % otros años y superiores al 1,5 % en 2018 y 2019.

Sin embargo, el fallecimiento de ancianos con pensiones en general bajas y la entrada a la cohorte de los pensionistas de miles de jubilados con altas prestaciones (la pensión media nueva roza hoy los 1.600 euros) hace que la media vaya creciendo de firma imparable, si bien en los últimos años se aprecian ya los efectos de las reformas y la anterior crisis. Las nuevas pensiones crecen mucho menos de lo que venían haciéndolo hasta el momento.

Los números nos dicen también otras cosas. En Navarra, los sueldos han crecido en la última década unos dos puntos por encima de la media, un aumento que habla bien del desempeño de la economía de la Comunidad Foral. Y, al mismo tiempo, las pensiones han crecido en línea con la media estatal. Y muestran también que la relación de fuerzas entre comunidades apenas ha variado en este tiempo. Madrid, la CAV, Catalunya y Navarra siguen ofreciendo los sueldos más altos, con Canarias y Extremadura en las últimas posiciones.

En esta última década, los salarios han crecido más en las comunidades con mayor productividad y base industrial, así como en Galicia, mientras que Baleares y Canarias acusan el golpe del covid. Andalucía, con un peso turístico importante, también sufre las consecuencias, si bien los datos previos a la pandemia tampoco le resultaban especialmente favorables.

El sueldo neto es el coste salarial por trabajador y mes en el que incurre un empleador y comprende el salario base y otros complementos, los pagos por horas extra y otros pagos extraordinarios o atrasados, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral.

Este dato se ha incrementado un 4,85 % respecto al registrado unos diez años antes, en el primer trimestre de 2011, cuando el salario medio mensual ascendía a 1.819,62 euros.

Por su parte, la pensión media mensual que recibe un jubilado se ha incrementado un 30,29 % desde los 910,11 euros de marzo de 2011, teniendo en cuenta los datos consultados del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

La pensión, 24 años de cálculo

La pensión de jubilación se calcula teniendo en cuenta la base reguladora (media de las bases de cotización) de los últimos 15 años del trabajador, hasta que entró en vigor la reforma del sistema de pensiones en 2013.

A partir de entonces, este periodo va aumentando año tras año para alcanzar los 25 años en 2022, si bien en 2021 ya se computan los últimos 24 años trabajados.

No obstante, hay que tener en cuenta que la pensión máxima tiene un tope, que en la actualidad es de 2.707,49 euros mensuales y que diez años antes era de 2.497,91 euros al mes.

Por eso, la pensión media es inferior al salario medio y suponía el 62,16 % en marzo de 2021, una tasa que no obstante se ha incrementado respecto al 50,02 % de diez años antes.