- El camino europeo del impuesto mínimo del 15 % para multinacionales se topó ayer con un nuevo obstáculo, con el veto de Hungría, asumiendo así un papel que hasta ahora representaba Polonia y que impide sacar adelante a nivel europeo este proyecto acordado a nivel global en el seno de la OCDE.

La Unión Europea ha necesitado varios meses de negociaciones para que Varsovia levantara el rechazo a la iniciativa, pero cuando eso ha sucedido, Budapest ha dado otro golpe sobre la mesa que paraliza el acuerdo y deja al club pendiente de nuevo de los movimientos de Viktor Orbán, que hace poco mantuvo bloqueado el paquete de sanciones contra Moscú que incluía el embargo al petróleo ruso. Sobre toda esta situación flota la circunstancia de que Bruselas tiene bloqueada la aprobación del plan de recuperación de Hungría por su deriva autoritaria.

El proyecto de directiva establece un tipo mínimo efectivo del 15% en el impuesto de sociedades sobre todas aquellas compañías con unos ingresos anuales superiores a 750 millones de euros. El otro pilar del acuerdo de la OCDE establecería un mecanismo para transferir entre jurisdicciones los beneficios alcanzados por empresas del entorno digital, de forma que las grandes tecnológicas no puedan evadir el pago de impuestos en un entorno globalizado como el actual.

Los detalles de esta otra parte no están finalizados y precisamente esta lentitud para cerrarla es uno de los argumentos que Budapest ha utilizado para explicar su posición en contra del tipo mínimo durante la reunión de ministros de Finanzas de los Veintisiete en Luxemburgo. "Hungría no puede apoyar la propuesta de directiva para un tipo mínimo global en este momento, el trabajo no está listo. Creo que tenemos que seguir con los esfuerzos para encontrar una solución", subrayó el titular húngaro de Finanzas, Mihály Varga. El problema que Polonia planteaba hasta este mismo viernes era exactamente el mismo, la falta de avances en la tasa digital y el miedo a dejarla de lado mientras se aplicaba ya el tipo mínimo, pero la Comisión Europea se ha comprometido a favorecer una "solución rápida" para sacar adelante en la OCDE el gravamen a las grandes empresas tecnológicas.

De hecho, en una declaración que acompaña el acta de la reunión del Ecofin de este viernes, Bruselas reafirma su "determinación" para aplicar ambos pilares "lo antes posible" e incluso a presentar una propuesta legislativa para la fiscalidad digital si no hubiese acuerdo en el foro global. Aunque este compromiso fue suficiente para Polonia, se queda corto a ojos de Hungría, país que además argumentó que el entorno económico ha cambiado sustancialmente por el impacto de la guerra en Ucrania, por lo que el club debería centrarse ahora en combatir la inflación, los costes energéticos o los problemas de suministro. El ministro francés, Bruno Le Maire, recordó que Hungría levantó en abril las reservas que mantenía sobre el proyecto.

l Next Generation. España espera que la Comisión Europea dé este mes el visto bueno al desembolso de un segundo tramo de fondos de recuperación de 12.000 millones de euros, dijo ayer la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. "Estamos trabajando estrechamente con la Comisión Europea, avanzando a buen ritmo y esperamos recibir antes de finales de mes una valoración positiva para tener el pago de 12.000 millones de euros en el curso del verano", dijo.

l Polonia. Los ministros de Economía y Finanzas de la UE aprobaron el plan de recuperación presentado por Polonia hace casi un año para acceder a hasta 35.400 millones de euros, si bien no supone el desbloqueo inmediato de los fondos porque el primer desembolso está condicionado al desmantelamiento primero del régimen disciplinario que atenta contra la independencia de los jueces en este país.