Ulma y Orona han decidido abandonar el Grupo Mondragon con el respaldo del 80,52% y del 70% de sus socios respectivamente, que han expresado su voluntad de proseguir su andadura en solitario en las asambleas extraordinarias celebradas ayer en Donostia y Hernani. Esta salida representa un duro golpe para la división industrial de la alianza cooperativa con sede en Arrasate, dado que ambas empresas representaron el año pasado la mitad de toda su facturación.

El Grupo Ulma, con sede en Oñati e integrado por nueve cooperativas, fue el primero en realizar una votación entre los 2.789 socios presentes marcada por el amplio respaldo recibido por la opción de desligarse de Mondragon y en la que, al contrario de lo sucedido en ocasiones anteriores, todas las cooperativas coincidieron en el voto.

Este grupo cooperativo tuvo ocasión en 1993 de incorporarse a la Corporación Mondragon y la rechazó pero en 2002 volvió a someter a votación su entrada en la alianza cooperativa y, en este caso aunque con un respaldo muy justo, el resultado fue favorable. Ulma puso así fin ayer a una trayectoria de 20 años en el seno de la corporación cooperativa de Arrasate.

Con un intervalo cercano a la hora se conocía el resultado de la votación en Orona, que agrandó el golpe a la división industrial del Grupo Mondragon al aprobar su salida con un respaldo del 70% de los asistentes. El quinto fabricante del sector de la elevación a nivel europeo había convocado a 1.746 socios, de los que acudió el 94%, 1.637 personas a la asamblea extraordinaria.

En su transcurso se vivieron momentos de tensión cuando algunos socios se dirigieron a la dirección para preguntarle las razones de esta salida. En esta cita intervinieron tres de los dos centenares de firmantes de un manifiesto en el que se pedía aplazar la decisión hasta que se produjera “un proceso participativo amplio, sosegado y transparente” en el que tuvieran cabida todos los socios que lo desearan.

También se leyó una carta firmada por los fundadores de esta cooperativa en la que se mostraban contrarios a abandonarla, pese a lo que tres cuartas partes de los socios asistentes mantuvieron su apuesta por seguir en solitario.

En una nota remitida a los medios, Ulma informó de que sus socios son partidarios de sustituir su relación actual con el Grupo Mondragon por el nuevo modelo que recogió en la propuesta realizada junto con Orona a la alianza cooperativa, en la que elimina la obligatoriedad de seguir las normas congresuales de Mondragon y de destinar aportaciones a sus instrumentos financieros y lo sustituye por la firma de un convenio en el que se contemplen los términos de una colaboración con la alianza cooperativa.

El acuerdo aprobado por el 80,52% de los socios de Ulma contempla darse de baja del Grupo Mondragon e “instruir al Consejo Rector del Grupo Ulma S. Coop. para que trate de promover colaboraciones futuras con Mondragon”, además de elaborar la normativa necesaria para que las aportaciones que hasta ahora realizaban a los fondos gestionados por la alianza cooperativa “se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo”.

En este sentido, Ulma ha contemplado en notas informativas anteriores remitidas a sus socios que las aportaciones que hasta ahora se derivaban a Mondragon Inversiones pasen a dirigirse a Ulma Inversiones, la herramienta que creó hace años para obtener financiación para sus proyectos.

No obstante, en la propuesta presentada junto con Orona matizan que, si consideran que un proyecto impulsado por la alianza cooperativa de Arrasate es de interés, mantendrán sus aportaciones y como ejemplo ponen a Mondragon Unibertsitatea.

En el comunicado remitido a los medios, el presidente de Ulma, Lander Diez de Gereñu, afirma que el futuro de la cooperativa está en manos de sus socios, quienes con su votación de hoy han trasladado a los órganos de gobierno de las nueve cooperativas del grupo “un mandato claro”.

Añade que “somos parte de un modelo de éxito que representa el movimiento cooperativo vasco” y, por este motivo, se compromete a con la defensa de estos valores que “vamos a apoyar siempre”. En lo que se refiere a la nueva relación con el Grupo Mondragon, Diez de Gereñu traslada su “máxima disposición” para trabajar “de la mano de todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos”.

Plena soberanía

Orona también remitió un comunicado en el que confirma el apoyo del 70% de sus socios a “recuperar la plena soberanía de la cooperativa” en una asamblea extraordinaria en la que los asistentes también expresaron su “apoyo a las diferentes experiencias cooperativas”.

El presidente de Orona, Oier Lizarazu, valoró la importancia de la decisión de desligarse del Grupo Mondragon “para garantizar el futuro de Orona y su aportación al movimiento asociativo cooperativo”. En este sentido, recordó que se ha llegado a este acuerdo tras la celebración en las últimas semanas de alrededor de 80 reuniones informativas con todos los socios.

En la cita de ayer los asistentes ratificaron el “Proyecto socio-empresarial Orona UE 2030” cuyo objetivo es reforzar el posicionamiento de Orona en mercados internacionales sin arrinconar su compromiso con el entorno.