Una media de 76 jóvenes emprenden cada año en Navarra en el sector primario, si se tienen en cuenta los datos recopilados por INTIA en el periodo comprendido entre 2017 y 2022 –sin incluir 2020 al quedar inhábil por la pandemia de la covid–. Estos hombres y mujeres indistintamente se decantan por la agricultura o la ganadería, ya que no predomina una actividad sobre la otra. En números absolutos, en este periodo 382 jóvenes –el 74% varones y el 26% féminas– han decidido esta opción profesional.

Sin embargo, el ritmo de incorporaciones no es suficiente para el número de agricultores a título principal (ATP) que cada ejercicio abandona esta profesión o se jubila. El informe del Registro de Explotaciones Agrarias de Navarra, elaborado por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, recoge que entre 2017 y 2022 se ha producido un descenso del 11% de ATP, de 2.632 a 2.350 –en definitiva que en el cómputo global, el número de bajas ha superado al de altas–.

El agricultor a título principal es aquella persona física con una explotación que obtiene más del 50% de su renta del sector primario. Si se comparan ambas cifras, hay menos entradas al sector primario que salidas, motivo por el que preocupa el relevo generacional en una de las actividades económicas clave para las zonas rurales. No solo generan riqueza sino que vertebran el territorio y fijan población en localidades alejadas de la Cuenca de Pamplona –donde más habitantes se concentran–.

“El mantenimiento de las explotaciones es difícil, a veces no hay relevo ni en las propias familias”

Puy Lana - Coordinadora de Emprendimiento y Estudios Económicos de INTIA

Estos días el futuro del sector primario forma parte de los temas abordados en PRESURA en Baluarte. Pamplona acoge entre este viernes y domingo, la Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural, “un escaparate de todo lo que se hace en una España rural activa, viva, pujante, con un futuro esperanzador”, indican los organizadores, El Hueco/Cives Mundi. Esta muestra acoge expositores, personas que emprenden en el medio rural y a lo más relevante de la sociedad civil de la España menos poblada.

Estas jornadas están tratando cuatro ejes: internacionalización y creación de leyes con perspectiva rural; diálogo entre el medio rural y el urbano; particularidades de la despoblación en territorios de montaña y fronterizos; y la innovación social para resolver los problemas de siempre con propuestas diferentes.

El 17% son menores de 40 años

Las personas agricultoras y ganaderas tienen mucho que aportar en el objetivo de frenar la despoblación. Navarra suma actualmente 2.350 agricultores a título principal, de los que un 45,6% tienen 55 o más años, un 37,4% entre 40 y 54 años, y solo un 17% son menores de 40 años, los denominados jóvenes agricultores y ganaderos y aquí se enmarcan los 382 que han entrado al sector primario entre 2017 y 2022. Prácticamente la mitad se ha decantado por la agricultura y la otra mitad por la ganadería –sobre todo vacuno de carne y ovino de leche–. 

La propia orografía de Navarra influye en la tipología de explotación y actividad, los nuevos ganaderos se concentran principalmente en la Montaña, y la agricultura en las otras áreas geográficas.

“Estos jóvenes van a ser empresarios, y en los inicios necesitan asesoramiento”

Puy Lana - Técnica de INTIA

INTIA, sociedad pública adscrita al departamento de Desarrollo Rural e integrada en la Corporación Pública Empresarial (CPEN), respalda a estas personas emprendedoras en sus diferentes proyectos. Asesoran y ofrecen cursos de primera instalación cada año. Puy Lana es la coordinadora de Emprendimiento y Estudios Económicos de INTIA, que apoya a estos jóvenes en sus inicios. “Aunque se habla de profesión vocacional, deben tener claro que invertirán mucho tiempo en sus explotaciones. Van a convertirse en empresarios, y para lograr el éxito necesitan un plan viable”, aclara Puy Lana. Desde su experiencia, señala que “suelen asustarse con la burocracia que obliga la creación de una empresa”. Así, todos trabajan desde la sostenibilidad por la rentabilidad de su iniciativa y así “vivir con calidad”, detalla. 

Variedades de emprendimiento

Puy Lana especifica tres tipos de emprendimiento: el relevo generacional en un negocio familiar; personas con experiencia laboral en otra actividad y que se decantan por el sector primario al tener la oportunidad de coger las riendas de una explotación viable; y aquellos que se van a estrenar sin ninguna referencia previa, que traen ideas nuevas.

La técnica de INTIA resalta que “el relevo entre familia en una explotación resulta el más sencillo, porque los jóvenes conocen el entramado del negocio”. Pero a pesar de ello, siempre conviene que dispongan de una persona de referencia para asesorarles. Sin embargo, Puy Lana recuerda que “a veces, los hijos o hijas no quieren continuar en la explotación y el mantenimiento de la actividad se complica a pesar de que sea factible económicamente”.

Labor de mediación

La técnica de INTIA resalta que en ocasiones también establecen tareas de “mediación entre jóvenes que están dispuesto a dirigir una explotación rentable y sus titulares”. Se trata de una especie de traspaso del negocio. Por último y como reto más complicado, está el perfil que propone proyectos novedosos pero que carece de cualquier tipo de infraestructura o tierra. “Son las iniciativas más difíciles porque empiezan de cero, y apuestan por algún negocio que no existe o una actividad con la que no trabajamos asiduamente”, aclara.

De esta forma, la coordinadora de Emprendimiento y Estudios Económicos de INTIA expone varios obstáculos habituales: la subida del coste de las materias primas al desarrollar la construcción de una infraestructura; los derechos históricos de la PAC o la dificultad de adquirir campos o comprar una granja. En Navarra existe tradición de que las tierras se vayan heredando generación tras generación sin la posibilidad de venderlas a personas ajenas a la familia. 

A pesar de ello, Puy Lana pone en valor que las nuevas incorporaciones llegan preparadas. “Uno de cada cinco tiene un título universitario o Formación Profesional”, concluye Puy Lana.

37.000 euros

INTIA ofrece cursos de primera instalación para las personas que requieren formación en materias como prevención de riesgos laborales, gestión de facturas, comercialización, comunicación, etc. Entre 2017 y 2022, más de 400 jóvenes han participado en estos cursos. Sin embargo, aquellos que disponen de una FP o de una titulación, generalmente son de las ramas agrarias, se les convalida. Estos aspirantes pueden lograr 37.000 euros de ayudas si cumplen con los requisitos, como tener menos de 41 años y adecuarse a los estándares de la Unidad de Trabajo Agrario, que exige un número determinado de hectáreas o de cabezas de ganado según la actividad.