Han pasado apenas dos semanas desde que echara a andar el nuevo Ejecutivo vasco y el Consejo de Gobierno ha aprobado ya las directrices del que será el primer presupuesto de la era Pradales, unas cuentas que superarán los 15.000 millones de euros del presente ejercicio. “Este presupuesto estará enfocado a garantizar el bienestar de la ciudadanía y el crecimiento económico”, ha explicado el nuevo consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou Olaizola, en la rueda de prensa posterior.

Las directrices aprobadas hoy establecen un marco económico general para presentar después las Cuentas, que se aprobarán a finales de octubre, según anunció el consejero. El Gobierno mantiene la previsión de crecimiento económico en el 1,9% para este año y en el 2,1% para 2025 –la misma que hizo en junio–, unas perspectivas con las que espera poder redactar un presupuesto algo más elevado que el de 2024, de 15.025,4 millones de euros. A pesar de ello, D'Anjou Olaizola ha reconocido que "afrontamos el año 2025 siendo conscientes de que habrá que tomar decisiones valientes y siendo realistas con un escenario económico marcado por incertidumbres económicas globales, normativas de estabilidad y a expensas de ver cómo resulta la recaudación en Euskadi".

La sostenibilidad de las finanzas públicas seguirá siendo uno de los grandes retos para el nuevo Gobierno vasco, que tendrá que compaginar la rigurosidad fiscal con las necesidades de inversión estratégica que han de acometerse, entre ellas el fondo de inversión vasco para la industria, que con una combinación de recursos públicos y privados deberá abordar una nueva reindustrialización del país aprovechando las transiciones digital, energética y social. “Cobrará fuerza la fidelización y atracción de talento y se apoyará la industria vasca para que logre una competitividad sostenible, desarrollando nuevas infraestructuras industriales, impulsando inversiones estratégicas que garanticen el progreso, crecimiento y el arraigo”, ha apuntado D'Anjou Olaizola.

El consejero ha recordado que este presupuesto nace bajo el paraguas de la entrada en vigor del nuevo marco de gobernanza económica de la Unión Europea, un escenario que busca reducir los ratios de deuda pública y los déficits de las economías europeas “de una manera gradual, realista, sostenida y favorable al crecimiento”.

Retos

El despliegue de las políticas públicas se enmarcará en cinco ejes: reto demográfico; crecimiento económico y bienestar; transformación energética, lucha contra el cambio climático y preservación del medio ambiente; modelo de convivencia sólido y justo, y autogobierno. En esta línea y tal y como se ha comprometido el lehendakari Imanol Pradales, la salud será la protagonista principal de las cuentas públicas de 2025, con especial foco en la atención primaria y “su rol como eje central del sistema”. La vivienda, una de las principales preocupaciones de los vascos actualmente, tendrá también un espacio relevante con el objetivo de facilitar el acceso a una vivienda digna, adecuada y accesible a las personas que no pueden disponer de ella en el mercado libre, “con especial atención hacia la juventud y hacia las personas mayores con escasos recursos o necesidades de accesibilidad”.

En lo referente al mercado de trabajo, el Gobierno vasco prevé que en 2025 se crearán aproximadamente 16.000 empleos y que la tasa de paro descenderá al 6,8%. Al respecto, el consejero ha recordado que “la Estrategia Vasca de Empleo 2030 ha fijado el objetivo estratégico de lograr un empleo que permita sostener y seguir desarrollando nuestro estado de bienestar, de calidad e inclusivo, fundamentado en una efectiva igualdad de oportunidades”.

El próximo año, además, está previsto que se refuerce el modelo de educación, se mantendrá la apuesta por asentar la formación profesional como referente mundial y se impulsará el sistema universitario y científico persiguiendo que sea puntero y de vanguardia. “El euskera seguirá siendo una prioridad de país”, ha dejado claro D'Anjou Olaizola. Asimismo, en el ámbito de seguridad, la prioridad será mejorar y modernizar la estructura de la Ertzaintza.

El presupuesto de 2025 fortalecerá al sector primario e impulsará la implementación de más medidas que ayuden al turismo a convertirse en un motor de crecimiento y empleo en Euskadi, todo ello con la mirada simpre puesta en el reto que supone el cambio climático. En este sentido, el Gobierno vasco seguirá impulsando la transición energética, la movilidad sostenible, la economía circular y el nuevo modelo de desarrollo urbano sostenible. Otro apartado destacado será el de la I+D+i, que se consolidará con un incremento del presupuesto anual del 6%. "Esto implica invertir en investigación científica, fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías y promover la innovación en todos los sectores de la economía", ha explicado el consejero.