El Gobierno de Navarra, las organizaciones agrarias, UAGN, EHNE y UCAN, y la agrupación de empresas agroalimentarias, Alinar, han rubricado un acuerdo para defender una posición conjunta ante la revisión de la Política Agraria Común (PAC), debate que va a comenzar en verano. Esta línea de actuación se expondrá tanto en Madrid como en Bruselas.

Una vez más la Administración foral y el sector vuelven a unirse en defensa de esta actividad en Navarra. El documento plasma ocho puntos, y entre ellos exigen dotar a la próxima PAC de un presupuesto fuerte que haga frente a las incertidumbres, una política que prime a las explotaciones agrarias familiares, la economía social y la intensificación de las medidas de relevo generacional; e incrementar el papel que tienen en su gestión las regiones o comunidades autónomas.

El texto ha contado con las firmas del consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mª Aierdi, los presidentes de UAGN, Félix Bariáin; EHNE, Fermín Gorraiz; UCAN, Esther Burgui; y Alinar, Cayo Martínez. Los sindicatos agrarios y la agrupación empresarial forman parte del Consejo Agrario.

Marco Financiero Plurianual

La negociación sobre el próximo quinquenio de la PAC (2028-2032) comienza este verano con la propuesta del Marco Financiero Plurianual (MFP), que la Comisión Europea prevé realizar a mediados de julio y que definirá el peso presupuestario que el sector agroalimentario tendrá en la UE en ese periodo.

El acuerdo del Gobierno foral y las organizaciones agrarias defiende un “presupuesto ambicioso” que sea acorde con la situación crítica que vive en estos momentos el sector primario en la UE. Además, quieren que responda a los retos que planteó recientemente el nuevo comisario Christophe Hansen en su Visión para el futuro de la Agricultura y la Alimentación abogando por fortalecer un modelo europeo de seguridad y soberanía alimentaria. “Se trata de que la letra presupuestaria responda ahora a esa música y que estos principios se traduzcan en hechos y prioridades”, ha señalado Aierdi.

Sostenible y competitiva

Las nuevas exigencias financieras que se ha planteado la UE en materias como defensa ante las amenazas geopolíticas, la respuesta ante las necesidades de los países de la frontera oriental o la amortización de deuda de la pandemia han generado incertidumbre en el sector agrario.

El acuerdo de Navarra considera, en este sentido, que el sector agroalimentario, que emplea al 15% de la población europea y proporciona alimentos seguros y de calidad, tiene un valor estratégico en Europa, y rechaza cualquier recorte que se pueda producir en las asignaciones de la PAC. “La no dependencia de alimentos procedentes de terceros países o la apuesta por un modelo de producción sostenible y competitivo debe ser una línea prioritaria de actuación para cualquier administración”, señala el primer punto del acuerdo presentado este martes.

El documento consensuado entre el Gobierno de Navarra y las organizaciones agrarias propone “una profunda reforma del actual modelo de la PAC”, con alternativas que favorezcan “a las explotaciones agrarias familiares profesionales y a la economía social e intensifiquen las medidas de relevo generacional en el sector” o que establezcan “incentivos para una agricultura verde, frente al esquema de penalizaciones ambientales”.

En el plano de la gobernanza y gestión de los distintos programas de la PAC, el acuerdo pide que las regiones o comunidades autónomas jueguen un papel clave “para acercar las políticas agrarias a la diversidad territorial de la UE”, así como mantener los dos pilares de las políticas agrarias para fomentar las políticas de desarrollo local en los entornos rurales.

Controles de productos de terceros países

El texto también hace alusión en otro punto a la necesidad de “introducir medidas que se encaminen hacia la simplificación administrativa de la PAC, que en la actualidad resulta excesivamente compleja para el sector agrario” e incrementar controles a productos procedentes de terceros países “para que compitan en las mismas condiciones ambientales, sanitarias y sociales que los productos europeos y evitar prácticas desleales”.

Una PAC con dos pilares

El departamento de Desarrollo Rural y UAGN, EHNE, UCAN y Alinar han pactado distintos puntos, como los que se indican a continuación: un presupuesto coherente para "asegurar un sistema alimentario fuerte, con alimentos seguros, saludables, asequibles y de calidad, que garantice el liderazgo europeo en la producción sostenible de alimentos, y manteniendo dicha financiación en un marco de estabilidad".

Todos coinciden en que la respuesta a las necesidades de los países de la frontera oriental de la UE, derivada de la guerra de Ucrania, "debe pasar por la asignación de fondos adicionales, sin menoscabo del presupuesto de la PAC".

Además, solicitan que la UE mantenga una PAC con dos pilares -pagos directos y regulación de mercados y política de desarrollo rural-, "con un presupuesto específico e independiente, y estrechamente coordinados", han subrayado.

Aierdi y las organizaciones agrarias rechazan de manera tajante "vincular los fondos agrícolas a otros paquetes financieros de la UE". ¿El motivo? Porque añade elementos de incertidumbre al sector, porque este planteamiento "podría conducir en el medio plazo al trasvase de fondos y la reducción drástica de los recursos disponibles para la agricultura". De esta forma, plantean incentivos a la agricultura "verde y regenerativa o adaptativa frente al esquema de penalizaciones ambientales".