El 80% del parque eólico marino de Iberdrola en EEUU no estará afectado por el bloqueo de Trump al estar ya construidoIberdrola
El 80% del Vineyard Wind I no se verá afectado por la decisión de Trump al estar ya construido, aclara Iberdrola. El Gobierno de Estado Unidos ha emitido una orden de “suspensión con efecto inmediato” de las obras en cinco concesiones de parques eólicos marinos por “riesgos para la seguridad nacional”, entre los que se encuentra el citado proyecto de la filial estadounidense de Iberdrola, Avangrid.
Vineyard Wind I es el mayor parque eólico marino de la empresa en EEUU frente a las costas de Massachussets de 806 MW de capacidad total instalada. Ha implicado una inversión de 2.700 millones de euros generando energía que puede cubrir la demanda de más de 400.000 hogares y empresas de toda la mancomunidad. “Tres cuartas partes del parque ya están operativas y funcionando” y no se verían afectadas, advierten desde la entidad.
Parque eólico marino alemán Windanker
44 de 62 aerogeneradores están operativos
La infraestructura consta de 62 de aerogeneradores de los que 44 ya están en funcionamiento y produciendo energía (y seis más construidos) por lo que no se ven afectados por esta resolución del Departamento de Interior estadounidense.
Concretamente, “el impacto de la orden afecta a un mega del parque ya que está prácticamente concluido con 50 de 62 generadores ya instalados y 44 de ellos evacuando energía desde hace tiempo con absoluta normalidad”.
La Administración Trump justifica con “riesgos para la seguridad nacional” la decisión que ha anunciado este lunes de “suspender, con efecto inmediato, de los contratos de arrendamiento de todos los proyectos eólicos marinos a gran escala en construcción en Estados Unidos debido a los riesgos para la seguridad nacional identificados por el Departamento de Guerra en informes clasificados recientemente".
El Gobierno de Trump añade que este parón dará “tiempo para trabajar con los arrendatarios y los socios estatales para evaluar la posibilidad de mitigar los riesgos de seguridad nacional que plantean estos proyectos”.
No es la primera vez
Y no es la primera vez, ya en septiembre paralizó otros proyectos de la eléctrica en Massachusetts: New England Wind 1 y New England Wind 2. El bloqueo afecta a cinco proyectos, según el comunicado del Gobierno estadounidense, entre los que destaca el citado Vineyard Wind I, el principal parque eólico marino de Iberdrola en EEUU.
Presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán
La Casa Blanca insiste en “los riesgos emergentes para la seguridad nacional” que originan los “proyectos eólicos marinos a gran escala cercanos a los centros de población de la costa este”. Alega que el Gobierno de EE.UU. prioriza “la seguridad del pueblo estadounidense”, según el secretario del Interior, Doug Burgum.
La Administración de Trump asegura que tiene informes no clasificados que constatan que “el movimiento de las enormes palas de las turbinas y las torres altamente reflectantes generan interferencias de radar conocidas como distorsión”, que “oscurece los objetivos móviles legítimos y genera objetivos falsos en las inmediaciones de los proyectos”.
En noviembre de 2021 comenzaba la construcción de Vineyard Wind I, primer gran parque eólico marino de Estados Unidos, casi 25 veces mayor en tamaño que la única instalación de esta naturaleza existente en el momento en el país, ubicada en Rhode Island. El proyecto completó la primera subestación marina del país en julio de 2023.
Iberdrola afirma su compromiso con la energía renovable desde hace más de dos décadas “como un pilar fundamental sobre el que construir nuestro modelo de negocio seguro, limpio y competitivo”. Este compromiso se refleja en los 21.000 millones de euros que su Plan Estratégico 2025-2028 destina a Renovables y Clientes, dedicando un 38 % a eólica marina, un 24 % a eólica terrestre, un 10 % a solar fotovoltaica y otro 10 % a almacenamiento energético.
La energética que lidera Ignacio Sánchez Galán está priorizando la inversión en redes respecto de renovables, a diferencia de lo que venía haciendo en los últimos años.
Donald Trump, al amparo de la negación del cambio climático, hizo una fuerte campaña en contra de las energías limpias y a favor de los combustibles fósiles antes de volver a la Casa Blanca.