Acaba un año en el ámbito legislativo muy importante para el Departamento que dirijo. Nada más y nada menos que dos Leyes aprobadas, de atención la infancia y a las personas con discapacidad, que amplían y protegen derechos, en dos ámbitos tan importantes para el desarrollo humano y la igualdad de oportunidades, para hacer de nuestra sociedad una sociedad más próspera, más justa y más democrática.

La pandemia erosionó muchos ámbitos de nuestra vida, y se ensañó especialmente con nuestro sistema de cuidados. De las lecciones aprendidas y fruto del compromiso con las personas del Gobierno de Navarra y del Gobierno de España, a través de los fondos de recuperación europeos, hemos podido implementar cambios muy importantes a lo largo de este año que contribuirán a acelerar las transformaciones necesarias.

De todos ellos podemos destacar las reformas en centros residenciales, que servirán para adaptarlos y transformarlos arquitectónicamente, e ir acercándonos al modelo que ansiamos, más parecido a nuestro propio hogar. También el impulso de once centros de día públicos, que duplicarán la actual oferta de un servicio tan necesario para que las personas puedan mantenerse en su casa el mayor tiempo posible. Ello se completa con un nuevo acuerdo marco de plazas públicas en las residencias para personas dependientes que, además de incrementar la oferta en 450 plazas más hasta llegar a las 2.500, abordará una cuestión imprescindible para dignificar los cuidados, mejorando las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del sector residencial, así como el incremento de las ratios de atención, aspectos clave que condicionan la calidad de la atención que se presta en las Residencias y una mayor humanización de los cuidados.

A través de los fondos europeos, hemos implementado cambios que contribuirán a acelerar las transformaciones necesarias

Se suma también la puesta en funcionamiento de un sistema de teleasistencia avanzada que ya se ha instalado en 7.000 domicilios de personas mayores, con discapacidad, dependencia y personas con enfermedades graves o crónicas y que llegará hasta los 11.000, con un objetivo de mantener la autonomía personal y proporcionar seguridad para que las personas puedan seguir viviendo en su propia casa.

Navarra ha seguido creando empleo, superado las 300.000 personas afiliadas, un reto nunca antes alcanzado. Ha aumentado la población activa y, sobre todo, lo ha hecho la contratación indefinida, gracias a una reforma laboral que ha beneficiado especialmente a las mujeres y a la gente joven. Sin embargo, junto a estos avances, persisten problemas como el desempleo de colectivos con especial vulnerabilidad (más de un 70% de las personas en desempleo no tienen formación), el desempleo de larga duración o las brechas territoriales y de género, que debemos abordar.

Igualmente, es preciso seguir trabajando en la lucha contra la pobreza y la exclusión, a pesar de ser la CCAA con menores tasas de España. En este tiempo hemos podido evaluar cómo gracias a nuestro dinamismo en el empleo, nuestro sistema de protección social y el llamado “Escudo Social” impulsado por el Gobierno de España hemos logrado contener las tasas de pobreza a pesar de la crisis de la pandemia y la guerra de Ucrania. Así y todo, estamos inmersos en diversos proyectos de innovación social, mediante un trabajo conjunto entre los ámbitos de los servicios sociales y de empleo, cuyo objetivo es lograr una mayor inserción sociolaboral de los colectivos con más dificultades.

Navarra ha seguido creando empleo, superado las 300.000 personas afiliadas; un reto nunca antes alcanzado

A lo largo de 2023 y en el medio plazo, en materia de empleo, debemos seguir avanzando en la creación de un sistema integrado de educación a lo largo de la vida que permita mantener actualizada nuestra fuerza trabajadora y recualificar rápidamente a aquellas personas que serán irremediablemente desplazadas por la automatización. También, trabajaremos por conseguir la máxima coordinación entre el SNE, los sindicatos, la CEN y Educación para vertebrar las respuestas público-privadas de una manera coherente e impulsar e incentivar el emprendimiento.

El envejecimiento de la población mayor y de la activa son dos de los retos a medio plazo para el conjunto de la sociedad

El envejecimiento de la población mayor y de la población activa son dos de los retos que se revelan a medio plazo para el conjunto de la sociedad. En este tiempo, deberemos transformar las estructuras sociales, económicas y laborales para adaptarlas a la inevitable y afortunada realidad de una sociedad más longeva y con más calidad de vida. Hacerlo implicará, entre otras cosas, mejorar la empleabilidad y, con ella, la emancipación de la población joven, y también será necesario impulsar políticas de vivienda y conciliación para lograr que las familias tengan los hijos e hijas deseados, incrementar las tasas de actividad entre las personas mayores de 55 años, poner el acento en la integración social y laboral de la población migrante, y ampliar el sistema de cuidados. Estas transformaciones no nos deben de asustar, sino que han de convertirse en oportunidades para aumentar el bienestar de toda la ciudadanía navarra.

Navarra es uno de los lugares más prósperos del mundo. Quienes habitamos en esta tierra, gozamos de una vida muy longeva y de mucha calidad. Esto se debe a razones de diversa índole, como la existencia de un estado de bienestar robusto, inclusivo y moderno, y una economía innovadora y competitiva. Esto es un logro inmenso que no debemos obviar como sociedad, que debemos proteger y estimular y del que debemos sentirnos orgullosos y orgullosas, pues de ello depende que Navarra sigue disfrutando en el futuro de un alto nivel de bienestar.