“Necesitamos mejorar la financiación del sistema de atención a la dependencia”

Navarra envejece, y con ello crece también la necesidad de repensar cómo se cuida a las personas mayores. En los próximos años aumentará de forma significativa la demanda de atención a las personas mayores, tanto en el ámbito sanitario como en el social, un reto que pone a prueba la sostenibilidad del sistema de cuidados.

Lourdes Rivera, directora general de Amavir y presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), reflexiona sobre este escenario marcado por la falta de profesionales, la infrafinanciación y la presión creciente sobre residencias, hospitales y servicios domiciliarios. En esta entrevista, defiende la colaboración público-privada y reclama una mayor inversión para mejorar las condiciones laborales y garantizar una atención digna y de calidad a una población cada vez más longeva.

¿Cómo afronta Navarra el reto del envejecimiento de la población?

Es un reto de primer nivel, no solo para Navarra, sino también para el conjunto de España, que es uno de los países más envejecidos. En pocos años van a incrementarse sustancialmente las necesidades de atención a las personas mayores, tanto en el sistema sanitario como en el ámbito de la atención social, en domicilios o en residencias. Y esto conllevará, necesariamente, un fuerte incremento de los presupuestos públicos destinados a estas políticas. En comparación con otras regiones, Navarra cuenta con un sistema de atención a la dependencia bastante fuerte, pero hay retos que debemos afrontar con urgencia.

¿Cuál diría que es el más urgente?

En estos momentos, la falta de personal, un problema del que las patronales venimos alertando desde hace tiempo y que, en los últimos años, se está viendo aún más agravado por el incremento del absentismo laboral. Difícilmente se podrá atender a toda la población mayor en los próximos años si no contamos con suficientes profesionales. Y este es un problema que afecta no solo a las residencias, tanto privadas como públicas, sino también a los hospitales y centros de salud. Necesitamos medidas urgentes para aumentar la oferta formativa, agilizar la homologación de títulos, prestigiar el sector y, por supuesto, mejorar las condiciones laborales de las plantillas para poder ser más competitivos.

¿Cómo mejorar esas condiciones?

Las residencias venimos mejorando las condiciones de nuestras plantillas desde hace años y se ha producido un avance muy sustancial en salarios y también en reducción de jornadas. De hecho, Navarra se encuentra entre las regiones españolas con mejores condiciones laborales en este sector. Pero si queremos tener los mejores profesionales, hay que seguir mejorando. Y aquí es fundamental que el Gobierno de Navarra incremente los precios de las plazas concertadas.

¿Por qué esta demanda al Gobierno foral?

La mayoría de las plazas residenciales en Navarra están concertadas con la administración, es decir, el gobierno es nuestro principal cliente, porque la demanda de servicios es tan alta que solo con lo público es imposible afrontarla. En este sentido, nadie cuestiona ya que la colaboración público-privada es imprescindible para afrontar el reto del envejecimiento. Pero si queremos mejorar los salarios de los trabajadores, tenemos que subir las tarifas. Y eso es precisamente lo que estamos demandando. Las empresas no pueden asumir esa subida si no se incrementan las tarifas que se nos pagan por las plazas concertadas, que además llevan varios años congeladas y muy por debajo de la inflación, casi un 20 % menos.

¿Y hay dinero para poder afrontar esto?

Ese es el gran reto. La sostenibilidad del sistema de cuidados pasa por una financiación justa y, ahora mismo, tenemos un grave problema de infrafinanciación a nivel nacional. No puede ser que España, siendo uno de los países más envejecidos del mundo, destine solo el 0,9 % del PIB, muy por debajo del 2 % recomendado por la Unión Europea.

¿Qué otros retos tiene el sector en Navarra?

Hay que seguir mejorando la coordinación sociosanitaria, que en Navarra siempre ha funcionado bastante bien, pero que se va a poner a prueba en los próximos años con el aumento de la población mayor. Y tenemos que seguir avanzando en la calidad asistencial, con modelos de atención centrados en la persona. Las necesidades de las personas mayores cambian con el tiempo y tendremos que adaptarnos progresivamente a ellas.

¿Y cómo afronta Amavir los próximos años?

Nuestra compañía ha apostado siempre por Navarra como una de las regiones de referencia en el sistema de cuidados. Somos uno de los principales operadores y nuestra vocación es seguir apoyando a la administración en el reto del envejecimiento. Contamos en Navarra con seis residencias y 800 plazas, y a nivel nacional gestionamos cerca de 50 centros, con unas 8.000 plazas y una plantilla de más de 5.000 profesionales. Pero, por encima de las cifras, está nuestro compromiso de seguir ofreciendo cuidados de calidad a las personas mayores y a sus familias