Las dobles ventanas tienen algo de hechizo doméstico. Afuera, el asfalto hierve y el viento y la lluvia muerden. Sin embargo, dentro, el aire se queda quieto y obediente. Dos cristales y un silencio de por medio bastan para domesticar el ruido y salvar a los inquilinos del ruido y el calor. En el caso del invierno, las dobles ventanas conservan el calor como si fuera un secreto. La calefacción trabaja menos, la casa respira más despacio y el nuevo recibo de la luz y el gas llega como un milagro al ver que hay que pagar menos porque no se han utilizado tanto los suministros. De esta forma, las ventanas son un invento discreto: no se jactan, no brillan, pero cambian y alivian el ánimo del hogar. Al cerrar la segunda hoja, el mundo baja el volumen y la temperatura encuentra su punto justo.
Tanto la comodidad ambiental como la evasión del exterior constituyen dos de las grandes razones por las que elegir ventanas que sellen y aíslen correctamente. Por eso, una de las mejores soluciones modernas para abordar ambos aspectos –al que hay que añadir, por cierto, la eficiencia energética– es la instalación de una doble ventana, que es una configuración de dos ventanas independientes que se instalan secuencialmente una detrás de otra para mejorar el aislamiento térmico y acústico, por lo que se generan ambientes más tranquilos y confortables.
Ventanas térmicas
Las ventanas dobles actúan como ventanas térmicas, así que se reduce la necesidad de calentar o enfriar los espacios interiores en exceso. De acuerdo con un estudio realizado por consumidores Irache, cerca del 80% de las pérdidas de calor de una casa se podrían reducir mejorando su aislamiento. En especial, buena parte de los edificios de la Comunidad Foral de Navarra que ya cuentan con 30 o 40 años de antigüedad presentan una eficiencia energética mejorable. Asimismo, también sería posible ahorrar en la factura del gas. Es más, el 52% de los hogares navarros cuentan ya con ventanas dobles o triples y/o marcos con rotura de puente térmico, lo que permite reducir el gasto de calefacción.
Por tanto, las dobles ventanas juegan un papel crucial en el diseño y funcionalidad de cualquier espacio. Al elegir ventanas dobles no solo se está seleccionando una opción que, estéticamente, es más agradable, sino que también se está invirtiendo en comodidad, eficiencia energética y tranquilidad. Asimismo, en lo relacionado con la calefacción, esta instalación revierte tanto en un menor gasto doméstico a largo plazo como en un menor impacto ambiental. Cada vez son más los navarros –cerca del 90%– que buscan utilizar diferentes medidas para ahorrar energía, por lo que la doble ventana se posiciona como una opción perfecta para optimizar el recurso energético.
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