Era la primera vez que pisaba Anaitasuna tras su fichaje por el Inter y se enfrentaba en Pamplona al equipo que lo vio nacer y crecer como deportista. Dani Saldise, el 10 azulón, recibió la ovación de la grada y se reencontró con excompañeros como Roberto Martil, a quien da un cálido abrazo en la foto. Aunque se lamentó por la derrota de su equipo, deseó lo mejor al Xota.