DANIEL Zubieta podría pasar como un chaval cualquiera de Arguedas de 24 años. Pero su dedicación por el fútbol le convierte en un caso único en Navarra, ya que en sus múltiples facetas están las de ser actualmente presidente, entrenador y jugador. De hecho, es el máximo responsable del club de su pueblo, el Muskaria, entrena a los juveniles y aún le queda tiempo para jugar como futbolista de Primera Regional. Eso sí, para evitar suspicacias, ha fichado por un equipo a 30 kilómetros de su pueblo, el Rada.

La vida no le da para mucho más a este técnico agrícola que, por motivos de trabajo, viaja bastante. Pero no le importa. "Ver el domingo el campo de Muskaria lleno es mejor que el dinero. Me llevo el cariño del pueblo".

Porque él ha sido el principal impulsor para que esta temporada el Muskaria cuente, por vez primera, con equipos en todas las categorías. "Hasta hace dos años, yo entrenaba al juvenil, pero veía que había amigos de mi cuadrilla dispuestos a jugar en Regional, así que le propuse sacar equipo en esta categoría a la presidenta. Ella era madre de uno de los críos del club y prefería que fuera yo el que me encargara de los papeleos, así que, junto con otro amigo, nos metimos en la Junta Directiva y desde la temporada pasada ya soy el presidente. Pensaba que iba a ser más sencillo, pero el primer año cuesta todo mucho. Nos volvíamos locos. Este año lo del Regional ha sido más fácil, pero como había chavales en el pueblo que querían jugar, hemos ido sacando equipos en todas las categorías salvo en benjamín, que como no había suficientes se han ido junto a los de otro pueblo. Al final, todo chico del pueblo que ha querido jugar, ha tenido equipo en Arguedas. Ahora que está todo montado, me gustaría que alguien me relevase en el cargo, pero me veo el año que viene aquí".

Para una localidad de 2.400 habitantes, no está nada mal. "Es mucho jaleo, y todo lo hacemos por amor al arte, pero estoy orgulloso de que haya fútbol en Arguedas en todas las categorías. Tenemos ya 120 fichas. Una vez que te metes, intentas buscar patrocinadores, arreglar algo del campo... Siempre buscando lo mejor para el club".

Pero la presidencia no le podía dejar sin lo que más le gustaba: entrenar y jugar. "Me estoy sacando el título de entrenador y, como ya llevaba a los juveniles, he seguido con ellos, porque me gusta mucho". Eso sí, tiene 24 años y le daba pena retirarse tan pronto. "Si tuviera más años, habría dejado de jugar, pero con 24 me apetecía intentarlo. Me parecía mal jugar en el Muskaria, porque parecía que le podía poner al entrenador en un compromiso, así que como dos del pueblo jugaban en el Rada, me animaron a ir con ellos. Además, tanto el juvenil como el Regional del Muskaria juegan el sábado, así que iban a ser incompatibles, por lo que acepté ir al Rada".

De este modo, su semana se reparte entre los entrenamientos con el juvenil y los del viernes con el Rada, así como las reuniones de junta como presidente del Muskaria. El fin de semana tiene partido con los juveniles del Muskaria los sábados y habitualmente los domingos con el Rada.

El mal trago llegó en septiembre, cuando se conocieron los calendarios y Rada y Muskaria, que la temporada pasada jugaban en grupos diferentes, quedaron encuadrados en el mismo durante esta campaña. "En la primera vuelta el Muskaria jugó en Rada y preferí no jugar, para evitar comentarios. Pero en Arguedas me haría ilusión jugar, aunque no sé qué haré. Creo que ninguno de los dos equipos se estará jugando nada importante, porque si hay suspicacias, lo veré desde la banda".

No se ve defendiendo la camiseta del Muskaria por ahora. "Si se diera el caso de que faltaban jugadores, me lo podría plantear, pero la cosa va muy bien, así que en el Rada cumplo con mis expectativas de seguir jugando a fútbol con 24 años".

Al final, reconoce que el fútbol le cuesta dinero. "Entre llamadas del móvil y gasolina, siempre se va dinero, pero todo sea por los chavales y por el fútbol en Arguedas".