El Izarra se llevó un trabajado punto de Gernika en un estreno liguero que prometía un mejor desenlace para los de Estella hasta que se quedaron con uno menos en los primeros minutos del segundo tiempo, por lo que el empate final cosechado en Urbieta puede darse por bueno para los de Andoni Alonso.
Superados los minutos iniciales de tanteo, fueron los navarros los primeros en aproximarse con peligro a las inmediaciones del área contraria. A los ocho minutos Javi Gómez dispuso de una muy buena ocasión para abrir el marcador, pero se topó con una gran parada de Jon Altamira. Un minuto después el portero local se vio obligado a intervenir de nuevo, esta vez para detener un remate de cabeza de Oier Ayerdi que, pese a llevar menos peligro que la ocasión anterior de su compañero, dirigió el balón entre los tres palos de la portería del Gernika.
Un marco que, al tercer intento, sí consiguió batir por fin el conjunto navarro. Fue paradójicamente la ocasión que en apariencia llevaba menos peligro, pero resultó ser la buena después que un buen centro al área de Javi Albín lo tocaran al unísono un defensa local y Joan Rusiñol y el esférico terminara por alojarse en el interior de la portería vasca. Ni que fuese con algo de fortuna, la insistencia del Izarra en esta fase del juego encontró premio en forma de un gol que dio tranquilidad a los de Estella.
Tras el 0-1 entró el duelo en una fase de cierto letargo en cuanto a acciones ofensivas. Los locales trataron de neutralizar la ventaja navarra, pero el buen quehacer defensivo y en la contención de un Izarra muy ordenado tácticamente minimizó cualquier atisbo de peligro de un Gernika que solo en cuentagotas pudo inquietar el marco bien defendido por un Ángel Fraga muy seguro.
Los primeros minutos del segundo tiempo transcurrían plácidos para el Izarra hasta que, en el 54’, llegó una acción que marcó el devenir del encuentro. Gorka Laborda vio una tarjeta roja directa por un codazo que el árbitro castigó de manera quizá demasiado severa y dejó a su equipo con un efectivo menos para afrontar la defensa de la exigua renta.
No tardaron los locales en aprovecharse de la superioridad para empatar el partido. Al paso por el cuarto de hora de la segunda mitad una jugada del Gernika encontró la certera culminación de Asier Parra, que batió al hasta entonces infranqueable Ángel Fraga para establecer las tablas.
Pese a acusar inicialmente el mazazo del gol y andar unos minutos a remolque de su rival, el Izarra se recuperó y no perdió la compostura pese a la inferioridad numérica. Se defendió con orden para conservar el empate e incluso en la recta final dispuso de tres ocasiones para mejorarlo. Pero primero el disparo de Javi Gómez fue despejado por un defensa, luego el remate de Ardanaz se marchó alto y por último el portero local detuvo el intento de Arbeloa para hacer del empate el resultado definitivo.
El próximo domingo ante el Brea, el estreno en casa de un Izarra que enseñó credenciales en su primera puesta en escena en la liga de Segunda RFEF.