Su nombre no acapara portadas todos los domingos, ni tiene en su garaje una colección de coches de alta gama. Javier Romera ‘Txuki’ (01/03/2000) pertenece a esos ‘mortales’ dentro del fútbol que madrugan para trabajar –en una administración de fincas– y ganarse su sueldo a final del mes porque del deporte no pueden vivir. Sin embargo, el jugador del Lerinés pasará a la historia por ser el primer goleador de la entidad de Lerín en Tercera RFEF

“Sí, bueno, al principio no me di cuenta de que era el primer gol de la historia del Lerinés en Tercera, pero ahí se va a quedar para siempre. Al final es un orgullo y se lo podré contar durante toda mi vida a quien yo quiera”, se sincera el atacante, que desea que “vengan muchos más”. 

No pudo tener mejor debut en la categoría el Lerinés, que no sólo ganó su primer encuentro, sino que, además, no encajó gol y selló un partido redondo. Parte de la ‘culpa’ la tiene el técnico del equipo, Rubén Álvarez, que profirió un discurso sencillo antes de saltar al césped. “Nos dijo que somos un velero navegando con transatlánticos. Que disfrutáramos, que no tuviéramos miedo, que sacáramos nuestro ADN y lucháramos hasta el final porque en Lerín no van a tener los rivales un partido fácil”, recuerda Txuki.

"Somos un velero navegando con transatlánticos"

Sin embargo, pese a que el marcador reflejó el 1-0 final, La Romaleta pudo haber visto algún otro gol. “Al descanso pudimos adelantarnos durante varias ocasiones, el Burladés también tuvo un par, pero creo que fuimos superiores en todo el partido. En la segunda parte empezamos muy bien, fallamos tres ocasiones muy claras, y si no metemos ese gol lo mismo podríamos haber perdido también”, apunta, antes de radiografiar un gol en el que “no recuerdo recibir el pase; me giré y cuando levanté la cabeza el balón ya estaba golpeando el palo y para dentro”. “No sabía ni para dónde ir a celebrarlo. Fui al córner”, añade. 

Con los pies en el suelo, Romera asegura que comenzar el curso con victoria “es importante, porque imagínate si juegas cinco partidos y te ves con 0 puntos. Ahí ya empiezas a desmotivarte, pero empezar ganando está bien porque sabemos que va a llegar la mala racha y ahí es cuando tenemos que estar juntos, pero sé que lo vamos a hacer”, pero al mismo tiempo avisa que “tiene su lado negativo. Hemos ganado un partido, quedan 30 y pico. Hay que ir partido a partido, y competir cada sábado”.

Preguntado por la temporada, “el objetivo personal es el mismo, la permanencia y disfrutar de cada minuto en Tercera, que nunca sabes cuándo se puede terminar” asegura Txuki, que le apodaron como el muñeco diabólico porque “de pequeño era cabrón, como el muñeco”, admite entre risas. 

Un Lerinés de adopción

Hace cinco años, el Lerinés y Txuki unieron sus caminos y forjaron una relación más allá del primer flechazo. “Cuando acabé juvenil, un amigo mío que es de Lerín me dijo de ir a jugar a su pueblo, que estaban en Preferente. De ahí no me va a mover nadie, se está muy bien, la gente te acoge muy bien y ya me siento uno más de Lerín”, se sincera el jugador, que destaca por encima de todo “el trato. En el vestuario somos una cuadrilla, hay muy buen rollo, la gente del pueblo te trata como si fueras una estrella y nosotros al final remamos a la vez, y ahí se ven los resultados”.

Esta campaña, el equipo ha presentado una cifra récord de socios. “La gente se anima cada vez más a ver el fútbol. Les estamos enganchando y eso nos gusta a nosotros”, apunta. Hace tres temporadas, el Lerinés estaba en Preferente, y la temporada pasada lograron el primer ascenso a Tercera en sus 75 años de vida. “No sé cómo explicarlo. Se desató la locura”, expone Romera, que afirma que no eran candidatos al ascenso, pero a falta de dos jornadas para entrar en la fase, que vamos a Lekunberri y les ganamos 0-3. Seguimos partido a partido, nos costó entrar en la fase y lo conseguimos. Dentro de la fase, el día del Bidezarra, que jugamos segundos contra terceros. Les ganamos 4-1 y ya dependíamos de nosotros”.

“Somos nuevos en Tercera, pero no se lo vamos a poner fácil a ningún equipo”, finaliza con orgullo, antes de desear lo mejor para el equipo, por encima del bien personal. l