El debut soñado de Sancet con la selección

Inmejorable, así las cosas, resultó la puesta en escena del rojiblanco en un choque de vital importancia para la selección de Luis de la Fuente, que necesitaba ganar a Escocia para no complicarse en exceso su clasificación para la Eurocopa del próximo año. Después de derrotar a los de Steve Clarke, que aterrizaron en Sevilla con pleno de triunfos en sus cinco compromisos previos en el grupo A y como verdugos de la propia España en marzo en Glasgow, una victoria el domingo ante Noruega en Olso dará matemáticamente el pasaporte para la próxima Eurocopa al cuadro español, en el que volvió a figurar como titular Unai Simón.

El portero del Athletic, que puede presumir de ser el guardameta de las cinco grandes ligas con más porterías a cero con su club (5) igualado con el suizo Yan Sommer del Inter de Milán y con el polaco Marcin Bulka del Niza, ambos con un partido menos disputado, sumó también su segundo encuentro consecutivo sin encajar con España. El murgiarra, salvador en los minutos finales, respiró aliviado eso sí a la hora de juego con el gol anulado a McTominay en una falta lateral que se introdujo directamente en su portería. No estuvo acertado en la acción el rojiblanco, pero la posición antirreglamentaria del central Hendry, quien intervino indirectamente en la acción al encontrarse en la trayectoria del balón, animó al colegiado neerlandés a invalidar el tanto previa intervención del VAR. El tanto, que se fue al limbo para lamento escocés, pudo cambiar de golpe y porrazo, sin previo aviso dada la escasa mordiente ofensiva de los de Clarke, el desenlace de un envite en el que a España le tocó picar piedra hasta que obtuvo el premio del gol.

Escocia, consciente del gusto del cuadro estatal por la posesión del balón, salió al campo con las ideas claras. Líneas bien juntas, acumulación de hombres por detrás del esférico con una numantina defensa de cinco hombres y las jugadas de estrategia como acciones ofensivas a explotar. El plan le funcionó durante más de una hora, aunque bien pudo venirse abajo en el primer minuto. Encontró Morata a Ferrán Torres a la espalda de los centrales con el choque recién iniciado, pero cruzó en exceso el esférico el valenciano para perdonar el 1-0. Merino, con un disparo que se estrelló contra el poste pasada la media hora de partido, fue quien más cerca estuvo también de abrir el marcador en un primer acto en el que España, con más posesión que peligro, careció de profundidad y rapidez de circulación para derrocar el muro escocés, que apenas se acercó a las inmediaciones de Unai Simón.

En una de las pocas veces que lo hizo salió trasquilado para más inri, pues Simón cayó sobre el hombro derecho de Robertson tras saltar a por un balón dividido y el jugador del Liverpool tuvo que ser sustituido. Con diez remates de España y ninguno de Escocia, pero sin goles y sin excesivos agobios de los visitantes tocó a su fin una insulsa primera mitad que no convenció a De la Fuente. No esperó el de Haro para mover ficha. Tras el descanso, antes de que se estrenara Sancet, debutaron también Fran García y Bryan Zaragoza como parte del lavado de cara al que quiso someter el riojano a la banda izquierda, que ganó en profundidad y dinamismo tras la reanudación.

Joselu y Gavi felicitan a Sancet tras marcar el segundo gol del encuentro con la ayuda escocesa. JULIO MUÑOZ

El escurridizo extremo del Granada agitó el avispero y sumió en un mar de dudas a la defensa escocesa, que se mantuvo en pie hasta que un centro lateral de Jesús Navas fue cabeceado por Morata al fondo de las redes. Con el partido cuesta abajo, España contemporizó y Escocia intentó golpear, pero el que lo hizo fue Sancet para cerrar el pleito en una acción en la que el balón entró previa carambola con el escocés Porteous.