El Promesas se diluye

Cayó el Promesas ante un Fuenlabrada que volvió a remontar un marcador adverso en su feudo, aunque esta vez sin milagros en el añadido de por medio. Esta vez la inocencia en defensa del filial osasunista fue la clave, junto al embrujo de un Fer Ruiz que volvió a tener la tarde juguetona para los madrileños con un hat trick.

Santi Castillejo plantaba un esquema que basculaba del 4-2-3-1 más clásico a un más ambicioso 3-4-3 según si tuviera o no la pelota, con seguridad de las dos defensas en los primeros compases. Peligro en un centro al segundo palo del ataque madrileño, bien solventado por Jorge Moreno a los nueve minutos en el primer aviso fuenlabreño.

La respuesta del Promesas, perfecta porque acabó con el esférico en el fondo de las mallas, cuando Adama Boiro entraba por su perfil zurdo con brillantez, asistiendo al corazón del área donde Asier Osambela, entrando en velocidad, conectaba de primeras un tiro raso perfecto superando a Belman.

Con el marcador a su favor, el filial pamplonica se establecía con calma en su zona de defensa, mientras el Fuenlabrada dominaba con claridad la posesión tratando de volcar los ataques por la banda de Fer Ruiz, muy atentos en todo momento los defensores osasunistas.

Un mal control de Sergio Benito cuando estaba en franca posición para rematar a puerta acababa en falta y tarjeta para el ariete azulón. Jugaba con fuego un Promesas muy metido atrás, y se quemó a la media hora cuando una combinación de los de Carlos Martínez por el perfil derecho la sellaba el veterano Fer Ruiz con un zapatazo raso y cruzado a las mallas.

Reaccionaron bien los navarros con una jugada de Max Svensson espléndida, para el remate final de Buján que se perdía cerca de la escuadra.

Peor inicio imposible para Osasuna Promesas en el segundo acto, ya que a los cuarenta segundos percutían los locales al área, Sergio Benito la dejaba de espaldas al marco sobre la llegada de Fer Ruiz y el extremo de los fuenlabreños conectaba en la frontal un potente disparo raso que se colaba pegadito al palo a la izquierda del meta pamplonica. La diana dejó muy tocado al joven colectivo de futbolistas que adiestra Santi Castillejo, y Bravo rozaba el tercero con la punta de los dedos en un chut colocado por alto que se perdía cerca de la madera.

No obstante, a los cinco minutos Ander Yoldi hacía magia con la zurda cerca del área madrileña, la jugada acababa en ventaja tras una falta evidente y la dejada de cabeza de Buján la empalmaba Osambela a la madera. Un minuto después anotaba Max Svensson pero el gol era anulado por fuera de juego, brillante y furiosa la reacción de los chicos de Tajonar.

Y es que a los nueve minutos, el centro de Adama lo controlaba Eneko y su disparo se perdía a un palmo del palo en otra ocasión evidente de los pamplonicas, en un partido abierto y precioso en el segundo periodo. Y en esa dinámica, el que se aprovechó de una defensa navarra muy blandita fue Sergio Benito, quien recuperó un esférico, avanzó metros en diagonal sin que nadie le molestara y desde la frontal, con un tiro algo mordido, hacía el tres a uno.

Svensson pudo recortar diferencias a los 67 minutos pero su disparo cruzado desde el vértice del área se marchaba cerca del palo. No se rendían los pamplonicas pero la zaga rojilla estaba muy firme. Tras dos contras claras de los locales donde pudo caer el cuarto, en un córner a los 83 minutos se pudo meter el Promesas en la pomada cuando Sancho remataba desmarcado pero defectuosamente, llegando Azcona para conectar en escorzo un tiro desviado por poco. Ya sobre el noventa, el chut de Eneko se iba alto por poco y después More perdonaba desde cerca lo que pudo ser el 3-2.

Pero lo que acabó llegando en otra acción donde la defensa osasunista fue espectadora de lujo sería el cuarto gol fuenlabreño, zapatazo lejano de Fer Ruiz y festival de los azulones.