El Murchante - Azkoyen a priori era un partido en el que el colista del grupo 2 de Preferente recibía en el San Roque a un conjunto de Peralta que aspiraba a colarse en posiciones de promoción de ascenso a Autonómica, categoría que perdió la temporada pasada y que ahora intentan recuperar, y donde el resultado es lo de menos ya que ha quedado en segundo plano por una acción deportiva del cuadro local que el propio Azkoyen quiso reconocer en redes sociales.
Con 0-2 en el marcador, el portero del Azkoyen, Javier Pueyo, cogía un balón aéreo con tal mala fortuna que, al caer, sentía dolencias en la rodilla. El portero siguió jugando y en una segunda, al ir a golpear un pase atrás de uno de sus centrales, se lesionaba de la rodilla, dejando el balón muerto y el capitán del Murchante, Adrián Calvo, en vez de marcar a puerta vacía y poder recortar distancias en el marcador, decidió parar la jugada para que entraran las asistencias y llevaran al jugador al hospital.
Desde el Azkoyen agradecen el gesto del jugador, así como el trato de la directiva del Murchante, que en todo momento se ha preocupado por el estado del cancerbero.
