Carlos Arcelus, natural de Garralda, dejó el fútbol hace tres años, o eso es lo que él pensaba. En 2022, puso fin a su carrera como futbolista, pero sus ganas de seguir ayudando al Cantolagua le hicieron seguir entrenando, aunque sin ficha. Cambió las botas y los goles por el puesto de delegado de campo, empujando al equipo desde la banda. “Lo que es el pre partido, como delegado preparas un poco todo, hablas con los dos entrenadores… Estás un poco más relajado”, asegura Arcelus. Aunque detalla que “como jugador, cuando pita el árbitro se me van esos nervios y disfruto mucho, lo paso peor en el banquillo”. 

El Cantolagua, que ha terminado descendiendo de Tercera RFEF, no vivía una situación deportiva buena en invierno, por lo que se buscaron solouciones para intentar revertir la situación del equipo. Arcelus comenta que “en Navidades, viendo cómo iba el tema en la clasificación y las lesiones, y teniendo en cuenta que yo seguía entrenando, decidí sacarme la ficha en el mercado de invierno para poder jugar”.

“Fue un cúmulo de todo. Había lesiones, pero el equipo tampoco estaba pasando por su mejor temporada. También es verdad que, por los años que llevo, podía hacer a la gente disfrutar un poco más en esos partidos con presión, porque cuando estás abajo y todo te sale mal es muy frustrante”, añade.

Arcelus, que seguía entrenando con el equipo a pesar de no tener ficha, ya recibía alguna broma de sus compañeros con respeto a este tema. “Yo iba a entrenar y algún compañero ya bromeaba con que me hiciese ficha, aunque el entrenador no me decía nada directamente”, señala. Aunque, finalmente, explica que “hablando con gente de la directiva, decidí comentárselo al entrenador y él estuvo encantado con la idea”.

Y terminó llegando el día de debut para Arcelus que, tres años después de cdecir adiós, volvió a enfundarse la elástica del Cantolagua y a atarse esas botas que creía haber colgado en 2022. El delantero confiesa que “Ciertamente, aunque estaba con ilusión, tenía otra vez aquellos nervios del principio, unos nervios buenos de volver a sentirte futbolista y volver a estar compitiendo”. “Salí con ganas de disfrutar y dar todo lo que tengo y puedo, porque los años se notan”, añade entre risas.

Aunque estaba con ilusión, tenía otra vez aquellos nervios del principio, unos nervios buenos de volver a sentirte futbolista y volver a estar compitiendo

Tras los primeros partidos, Arcelus explica que lo que más noto al volver es “el ritmo de partido”. Aunque asegura que “entrenaba pero, al no estar con ficha, no todos los días ni mucho menos. Tenía más o menos la forma física, pero estaba compitiendo con chavales a los que les sacó media edad”. “A muchos les digo que cuando no habían nacido yo ya estaba jugando en tercera”, explica riendo.

Por otra parte, comenta cómo llegó la noticia a sus compañeros y al cuerpo técnico: “En general, la recibieron muy bien, la gente muy animada y motivada. Yo les decía que venía a aportar lo que puedo, porque soy el abuelo cebolleta”. “La directiva también se alegró mucho y, el equipo en general, se animó bastante”, añade. 

Sin embargo, todos quieren volver a los campos en una situación deportiva lo más plácida posible, pero ese no fue el caso de Arcelus, que, precisamente, llegó para intentar ayudar a cambiar el ritmo de la temporada. “Parte de la culpa de dar el paso a ofrecerme a sacar ficha fue la situación deportiva del equipo. Los años que he estado de delegado las cosas han ido bien, yo sufría desde el banquillo y esos años el cuerpo no me pedía jugar, aunque siempre tienes ese gusanillo de saltar al campo”, señala. “Pero este año, vista un poco la situación en navidades, fue una reacción mía para aportar al equipo e intentar darle la vuelta a la situación”, detalla.

Y, a pesar de que la situación deportiva del Cantolagua no mejoró, la recompensa al trabajo de Arcelus terminó llegando. En la última jornada del campeonato, el de Garralda anotó su primer y único gol desde esa vuelta en Navidad, un momento especial para él.

“Jugué de titular y la primera parte estuve bien, íbamos perdiendo 0-1 y pude marcar un gol en la segunda”, asegura. Además, Arcelus comenta que “Tengo que agradecerles mucho a los compañeros porque lo celebraron casi más que yo, llevaban todo el año diciéndome que tenía que meter un gol y al final llegó en el último partido”. “Es un recuerdo para mí, pero es el reflejo del esfuerzo para que el equipo quedase lo más arriba posible, aunque no ha sido el caso”, señala. 

Mis compañeros celebraron el gol casi más que yo

Y es que, el Cantolagua ha terminado descendiendo de Tercera RFEF después de una temporada complicada a nivel deportivo para el club de Sanguesa. “No ha sido un año fácil. Empezamos bien, pero los resultados no acompañaban y, ciertamente, el equipo jugaba bien. No había habido grandes cambios, se mantenía el bloque de los últimos años, pero entras en una dinámica negativa y juegas bien pero acabas perdiendo”, valora Arcelus.

Además, añade que “partido tras partido es un golpe tras otro que se hace duro. Pero cuando iba a entrenar veía a los chavales con la misma o más ilusión, y es de alabar que siendo tan jóvenes siguiesen con esas ganas después de cada golpe. El equipo perdía pero la gente no estaba hundida”. 

Ahora, Arcelus mira hacia la siguiente temporada con las cosas claras. “De momento vamos a descansar un poco de este año y, si al entrenador de la parece bien, seguiré entrenando si me deja porque me encanta el fútbol. Pero el tema de hacerme ficha lo tengo que pensar muy bien, quieras que no tengo una edad y cuesta un poco más, así que volveremos un paso atrás y apoyaremos al equipo desde la banda”, explica.