Síguenos en redes sociales:

Iñigo López García: "Ahora que estoy en Finlandia, y he visto que salir no es tan difícil, me pica el gusanillo de conocer otras culturas”

El entrenador navarro dejó su vida en Pamplona para cumplir su sueño de dirigir a un equipo en el extranjero sin tener miedo a alejarse de su familia durante un tiempo

Iñigo López García: "Ahora que estoy en Finlandia, y he visto que salir no es tan difícil, me pica el gusanillo de conocer otras culturas”Cedida

Iñigo López García, vecino de Noáin y con 42 años, dejó a finales de abril su puesto de segundo entrenador en el Izarra para embarcarse en un reto como primer entrenador en Finlandia, entrenando a un modesto equipo de quinta división, el KaPa. Dos meses después comenta cómo se le ocurrió aceptar una oferta de trabajo a 4.000 kilómetros de casa, cómo está viviendo la experiencia y qué planes tiene para el futuro. 

¿Cómo le va por Finlandia?

–Bien. La verdad que es un país bastante bueno para vivir, es bastante tranquilo. Por lo menos donde estoy, que es Kajaani. 

¿Cómo surge la idea de cambiar Estella por Kajaani?

–La idea surge porque estando en el Izarra y conociendo al entrenador, que ya tenía la experiencia del extranjero, despierta en mí la curiosidad de entrenar y conocer otras cosas. Después me pongo a buscar un representante, lo encuentro en Linkedin, me ofrece venir a Finlandia y lo acepto. Así surgió todo. 

¿Cuánto tiempo se lo pensó?

–Lo tenía claro porque quería una aventura, un cambio y al estar en Navarra, o España, parece que salir es muy complicado y por mucho que hagas sino tienes contactos o suerte es difícil salir de las regionales. 

¿Cuál fue la reacción de sus amigos y familiares cuando les que existía la posibilidad de irse?

–Mi familia se lo tomó muy bien. Tengo mujer e hijos y me apoyaron desde el primer momento. Fue una decisión que tomamos en familia y me animaron a que aprovechara la oportunidad. Mis amigos se sorprendieron un poco al inicio, pero me dijeron que adelante.

¿Se fue con su familia?

–Ellos se quedaron en España porque nunca habíamos salido del país. Había que probar un poco yo solo para ver cómo era la situación y luego ya si podemos se vendrán. Mi mujer tiene trabajo y no puede dejar todo de golpe. 

¿Cómo lleva el estar alejado de sus allegados?

–La verdad que lo llevo bastante bien, pero ahora estoy notando un poco la soledad. En el equipo hay varios jugadores españoles y hablo con ellos en los entrenamientos, partidos y poco más porque al final lo que es fuera del ámbito del fútbol no suelo estar con ellos porque son jóvenes y tienen sus vidas. Si que a veces noto esa soledad porque llego a casa y no hay nadie, pero en general lo llevo bastante bien. Al principio estaba más distraído porque todo era nuevo para mí, pero cuando noto la soledad pienso en dónde estoy, lo que quiero y se me pasa ese malestar.

¿Se ha adaptado bien al cambio?

–Sí, me he adaptado muy rápido porque no es muy distinto a España. Lo único diferente son los horarios porque comen y cenan más pronto, pero como vivo solo mantengo los horarios españoles y lo más extraño es que no hay noche. Casi siempre es de día. En general, me he adaptado muy fácil.

¿Para dormir baja las persianas, usa antifaz...?

–No uso antifaz, cierro los ojos y listo, pero sé que algún jugador sí. Y algo que me ha chocado mucho es que en las casas de aquí no tienen persianas. Supongo que aquí la gente está acostumbrada.

¿Cómo es el clima?

–Ya estamos en verano y durante el día suele hacer doce o trece grados y por la noche cinco grados.

¿Echa de menos el calor del verano? 

–No, vivo bien así. Al final son temperaturas que ya conocía y no me pillan de sorpresa. Simplemente siento que el invierno se está alargando, aunque también se agradece cuando sale el sol un poco. 

¿El tema de la comida cómo lo lleva?

–No cambia nada porque al final me tengo que hacer la comida en casa. Los supermercados son iguales que en España, puede haber algún alimento que no encuentras u otro que sí o que son distintos. También me gusta buscar cosas nuevas o típicas de aquí, ya sean productos o recetas, porque al final conocer la cultura te enriquece y es algo que te llevas, pero no lo hago todos los días. 

¿Y el idioma?

–El idioma es lo que llevo un poco mal. En el vestuario nos comunicamos en inglés, pero cuando llegué no tenía ni idea. Ahora me hago entender porque hay un par de españoles y les suelo preguntar si se entiende lo que quiero decir y me dicen que sí. Me hago entender a mi manera porque el tener que sacar las castañas del fuego te hace ir mejorando y aprendiendo cada día. Es duro porque hay días que acabo el entrenamiento y no puedo más con el inglés y tengo que ir a casa a ponerme algo en castellano. Luego en el vestuario también se oyen muchos idiomas porque hay franceses, georgianos, finlandeses y españoles. 

¿De momento, en estos dos meses, está contento con el equipo?

–Sí, sí. Cuando empezó la liga a finales de abril fue un poco duro porque no teníamos muchos jugadores, estábamos creando la plantilla, íbamos un poco retrasados en todo... entonces los dos, tres primeros partidos fueron duros. Aunque ganamos uno. Luego se incorporaron dos o tres jugadores y ya pude entrenar mejor al disponer de más gente. Ahora tengo un equipo majo para la categoría en la que estamos, que es quinta divisón finlandesa. Actualmente estamos en la sexta jornada de dieciocho, en tercera posición y a cuatro puntos del líder y uno del segundo. 

¿Cómo se asciende?

Para poder ascender hay que quedar primeros en el grupo, hay cinco grupos, y después se juega un play off contra el primero de otro grupo y si ganas, subes. 

El objetivo de esta temporada es el ascenso, ¿no?

–Sí, porque aquí están invirtiendo bastante dinero. No sé en los otros si también, pero hay otro equipo en la ciudad y también invierten bastante. En el KaPa tenemos doce jugadores contratados, que son extranjeros y el propio club les pone un piso, aparte del sueldo. Ellos pueden vivir de esto. 

¿Pueden vivir del fútbol estando en quinta divisón finlandesa?

–Sí, por lo menos en este equipo. En otros no lo sé. También, por lo que me han dicho, es que igual en categorías superiores cobran menos de lo que paga el KaPa actualmente a sus futbolistas. 

Cuando llegó a Finlandia, ¿el club le dio un piso como a los jugadores? 

–Sí, me pusieron un apartamento, con cama, salón y cocina todo junto. Es como la bohardilla de la casa de una familia. Digamos que para entrar a mi casa debo pasar por la casa de ellos. Es súper bonito, pequeño y acogedor. Además, desde el primer momento el club me dio las cosas que podía necesitar y en ese sentido muy bien. Les pedí una impresora y al día siguiente ya la tenía, también pedí un proyector, un sofá, un escritorio... La verdad que muy bien. 

¿En un futuro se ve todavía entrenando al KaPa y logrando ese objetivo?

– La verdad es que voy muy al día. Cuando acabe la temporada en octubre a ver qué sucede, si desde el club me proponen seguir el año que viene o si les propongo yo. Ahora mismo estoy muy a gusto. Si la temporada se acabara ya seguramente seguiría un año más, pero primero lo hablaría con mi familia. No sé si estaré un año, dos o siete. Al final, mi objetivo personal es el de crecer cada vez más como entrenador. El hecho de hacer un buen papel aquí igual me puede dar la oportunidad de entrenar en otros lados, no lo sé. Voy sobre la marcha y a lo que venga. 

¿Iría a otros países?

–Ahora que ya he salido de España y he visto que salir no es tan difícil como podía pensar al principio, pues me pica un poco más el gusanillo de poder conocer otras culturas. Sé que no me voy a quedar aquí (Finlandia) para siempre porque quiero irme a otros lados . 

¿Ha pensado en los sitios a los que le gustaría ir?

 No, no he pensado. Adonde me lleve la vida porque jamás hubiese pensado en ir a entrenar a Finlandia y aquí estoy. Prefiero que la vida me sorprenda y que me lleve donde quiera. Si me adapto allá donde me lleve bien, si no me adapto siempre puedo volver a casa. Esos miedos antes de salir de casa son los que te paran, pero me he enfrentado a ellos y al final no pasa nada. 

¿Qué es lo que más echa de menos de la vida en España?

–A mi familia. Nos llamamos diariamente, igual hay un día en el que no nos llamamos, pero generalmente suele ser cada día.