El Espanyol ha firmado un inicio de curso demoledor, con diez puntos de doce posibles, y se ha situado en un inesperado tercer puesto en la clasificación, empatado con el Barcelona y a dos del líder, el Real Madrid, que visita este sábado en el Santiago Bernabéu.
El arranque liguero blanquiazul está muy por encima de las expectativas. El propio vestuario, pese a no renunciar nunca a la ambición, afirmó antes de empezar la temporada, y ahora lo sigue manteniendo, que el primer gran objetivo de la 2025-26 es la permanencia matemática en Primera División.
De hecho, el cuadro catalán siempre ha hablado de alcanzar la cota de los 40 puntos pronto y, en ese caso, poder disfrutar de la campaña y pelear por cotas más altas. Pese a atesorar la cuarta parte de esta cifra, nadie en el Espanyol se deja llevar por la euforia. El trabajo diario es innegociable.
Los futbolistas se muestran orgullosos, pero sin estridencias. "El inicio ha sido muy bueno. Hay que seguir con esta dinámica y con los pies en el suelo. Hemos luchado con todo hasta el final, con casta. Hay que estar juntos y trabajar", afirmó el centrocampista Urko González a los medios del club.
El delantero Roberto Fernández también destacó la unidad como una de las fortalezas del equipo: "Teníamos el partido contra el Mallorca bastante controlado y se complica. Forma parte del fútbol. Sabíamos que si lo hacíamos como la familia que somos íbamos a sacar el encuentro".
Las sensaciones de este Espanyol de Champions, es tercero, son ahora casi inmejorables. Los fichajes se han adaptado rápido y mejoran el rendimiento, como extremo inglés Dolan, clave en el triunfo contra el Mallorca con una asistencia y provocando un penalti. O el delantero Kike García, convirtiendo el 3-2 final.
El liderazgo del entrenador, Manolo González, es otra de las claves. El técnico ha repetido a sus futbolistas que deben acostumbrarse a ganar desde la pretemporada y el discurso de ambición y compromiso ha calado en un grupo que no quiere sufrir como en el curso pasado, en el que se salvó en la última jornada.
El proyecto blanquiazul parece haber alcanzado la madurez pronto y su versión es mucho más sólida que en anteriores temporadas. De hecho, en la campaña 2024-25, el Espanyol sumaba cuatro puntos a estas alturas tras dos derrotas, un empate y una victoria. Hoy suma diez. El guion es totalmente diferente.
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