El gazpacho es uno de los grandes iconos de la cocina en verano, una sopa de origen andaluz refrescante y saludable que se ha convertido en protagonista indiscutible de esta época del año.
Sin embargo, a pesar de su aparente sencillez, son muchos los errores que pueden arruinar su sabor, textura o equilibrio.
El periodista y crítico gastronómico vasco Mikel López Iturriaga, también conocido como 'El comidista', ha compartido un vídeo enumerando los ocho errores más comunes a la hora de preparar salmorejo casero.
No usar tomates bien maduros
Utilizar tomates poco maduros o insípidos es uno de los errores más graves. Los tomates deben estar bien rojos, jugosos y maduros, ya que son los que aportan el dulzor natural, el color vibrante y la base de sabor. Un gazpacho con tomates verdes o de baja calidad será pálido, ácido y desequilibrado.
No colar las pepitas ni pieles
Aunque algunas batidoras logran una textura muy fina, nunca está de más pasar el gazpacho por un colador o chino para eliminar pepitas y pieles. Este paso aporta una textura más sedosa y refinada, además de evitar residuos molestos al paladar. No cuesta tanto y marca una gran diferencia.
Abusar del pimiento verde o del pepino
El tomate es el protagonista del gazpacho. Ingredientes como el pimiento verde o el pepino pueden estar presentes, pero en su justa medida. Si se añaden en exceso, su sabor puede dominar y eclipsar al tomate. Un buen equilibrio es la clave: una pequeña porción de cada uno es suficiente para dar frescor y matices sin desplazar al protagonista.
Usar vinagre de baja calidad
El vinagre es el alma ácida del gazpacho, pero no todos los vinagres son iguales. Usar vinagre de vino barato o muy agresivo puede arruinar el equilibrio del plato.
Según explica Iturriaga, lo ideal es optar por un buen vinagre de Jerez, que aporta una acidez más compleja, elegante y aromática. La cantidad también importa: un exceso puede hacer el gazpacho demasiado ácido.
No usar AOVE (o usar poco por miedo a las calorías)
El aceite de oliva virgen extra es esencial. Aporta untuosidad, brillo y un sabor profundo que redondea el conjunto. Hay quien reduce su cantidad por miedo a las calorías, pero hacerlo resta riqueza al resultado. Un buen chorrito es saludable y mejora mucho el sabor final.
Pasarse con el pan
Añadir demasiado pan transforma el gazpacho en algo más denso, más cercano al salmorejo. El pan debe ser un apoyo, no la base. Además, conviene hidratarlo antes y usar pan del día anterior para lograr la textura adecuada sin apelmazar el conjunto.
Añadir hielo
Un error común es añadir cubitos de hielo al gazpacho para enfriarlo rápidamente. El hielo diluye el sabor y "ahoga" la intensidad del tomate. Mejor enfriarlo con antelación en la nevera o servirlo con cubitos aparte si es imprescindible.
No probar antes de servir
Finalmente, uno de los errores más simples y más frecuentes es no probar el gazpacho antes de servirlo. Un toque más de sal, un ajuste de vinagre o un poco más de aceite pueden marcar la diferencia entre un gazpacho mediocre y uno excelente.
Evitar estos errores te permitirá disfrutar de un gazpacho equilibrado, sabroso y auténticamente refrescante.
Propiedades del gazpacho
El gazpacho casero es una bebida muy saludable, ya que es una fuente excelente de vitaminas A, C y E, además de minerales como potasio y magnesio.
Gracias al aceite de oliva virgen extra, aporta grasas saludables beneficiosas para el corazón. Su alto contenido en agua lo convierte en una opción hidratante, mientras que su fibra favorece la digestión. Bajo en calorías y sin aditivos, el gazpacho casero es un antioxidante natural que ayuda a combatir el envejecimiento celular y refuerza el sistema inmunológico.