Preparar unas divertidas mini tortitas puede convertirse en un tentempie para niños y mayores. A todos gustará esta receta sencilla, rica y saciante. El resultado es una tortita esponjosa por dentro y crujientes por fuera, con los arándanos como protagonistas. Además, qué mejor ahora que están en plena temporada para degustarlos con diferentes recetas.

Ingredientes

Para 12–14 tortitas:

  • 1 taza de harina (120 g)
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 cucharadita de levadura química (polvo de hornear)
  • 1 pizca de sal
  • 1 huevo
  • 2/3 taza de leche (150 ml)
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida (30 g)
  • 1 taza de arándanos enteros (frescos o congelados)
  • Mantequilla para la sartén

Los ingredientes de la receta. María Malo

Elaboración

Para empezar, hacer la mezcla de los ingredientes secos: en un bol grande, combina la harina, el azúcar, la levadura y la pizca de sal.

Por otro lado, la mezcla líquida se prepara en otro recipiente: se bate el huevo con la leche y luego se añade la mantequilla derretida (dejar que se enfríe un poco antes de echarla).

Unir ambas preparaciones, y para ello verter los ingredientes líquidos en los secos y mezclar con una espátula o varilla hasta que no queden grumos grandes. No mezcles de más: la masa debe quedar espesa, pero fluida.

Poner una sartén antiadherente a fuego medio y engrasarla con un poco de mantequilla.

Para formar las tortitas, con una cuchara sopera echar porciones pequeñas de masa en la sartén caliente. No las extiendas, deja que se expandan solas formando tortitas pequeñas.

Justo después de echar cada porción de masa en la sartén, colocar 3 o 4 arándanos enteros sobre cada tortita, repartidos por encima. Así se cocinan dentro, pero sin romperse ni teñir toda la masa.

Cocinar las tortitas unos 2 minutos por el primer lado, hasta que veas burbujitas en la superficie y los bordes se vean firmes. Luego, con una espátula, darles la vuelta con cuidado y cocinar 1–2 minutos más hasta que estén doradas por ambos lados.

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Ponerlas sobre una rejilla para que no se humedezcan con el vapor.

Cuando estén frías, guárdalas en un tupper hermético con una servilleta debajo para que se mantengan secas y ricas.