El lavavajillas es uno de los electrodomésticos imprescindibles en los hogares. Un dispositivo con el que se ahorra la tarea de lavar tanto los platos como los utensilios de cocina que están optimizados para consumir menos electricidad, reduciendo costos y siendo más ecológicos y eliminan las bacterias y gérmenes en profundidad.

Un electrodoméstico entorno al que surgen diferentes dudas. Una ellas tiene que ver con el producto que se emplea para lavar la vajilla. Y es que en el mercado se pueden adquirir pastillas, detergentes y cápsulas. Pero, ¿qué detergente es mejor para el lavavajillas?

Con el objeto de ayudar a los usuarios a elegir el mejor producto, desde la Organización de Consumidores y Usuarios han elaborado un análisis en el que han mostrado las ventajas y desventajas de usar pastilla, líquido o cápsula para el lavavajillas.

Pastilla, líquido o cápsula: ¿qué es mejor para el lavavajillas?

Pastillas de lavavajillas

Las pastillas para lavavajillas pueden ser de dos tipos. Hay pastillas que solo contienen detergente y pastillas que, además de detergente, tienen abrillantador y sal. Este segundo tipo es, tal y como señalan desde la OCU, el más vendido. Su precio medio son 21 céntimos de euro por dosis.

Se trata de un detergente que, según apuntan, suelen obtener buenos resultados en eficacia de lavado. Son cómodas y fáciles de usar. La dosis se coloca directamente en el cajetín interior del lavavajillas. Ofrecen una dosificación precisa, no hay que medir la dosis necesaria.

El inconveniente de las pastillas de lavavajillas es que no se puede ajustar la dosis si la vajilla está poco sucia, si se tiene un lavavajillas pequeño o si se quiere poner un ciclo de media carga.

Detergentes de lavavajillas en gel

Tal y como indican los expertos de la OCU, en caso de tener un lavavajillas de 45 cm, un mini lavavajillas o de poner el lavavajillas a media carga, con un lavavajillas en gel se puede usar la cantidad que se necesita sin gastar detergente de más.

Los detergentes de lavavajillas en gel son más versátiles a la hora de ajustar la dosis para adaptarse a diferentes necesidades de lavado, por ejemplo, lavavajillas más pequeños o lavados a media carga. Su composición suele ser más respetuosa con el medio ambiente que la de otros formatos y su precio medio por dosis, de 17 céntimos de euro, es el más económico comparado con los otros formatos.

Eso sí, hay que medir bien para no echar de menos o pasarnos de dosis. Además, su eficacia de lavado no suele pasar del aceptable.

Ventajas y desventajas de las cápsulas

El envase exterior de las cápsulas suele ser de plástico, mientras que las pastillas suelen venir en caja de cartón. Normalmente combinan componentes en formato líquido con polvo compacto y siempre incluyen una película protectora de plástico hidrosoluble.

Sus resultados en eficacia de lavado son buenos, al igual que las pastillas eliminan bien la suciedad de la vajilla. Son fáciles de usar ya que su dosificación es precisa. No hay necesidad de medir la cantidad de detergente a usar.

Hay que tener cuidado porque la humedad puede pegar las cápsulas entre sí o incluso deshacerlas. No se puede ajustar la dosis a la suciedad de la vajilla o para lavavajillas pequeños y lavados a media carga. El envase no suele estar aprovechado de forma óptima, su nivel de llenado es bastante bajo. Además, son más caras, el precio medio por dosis de las analizadas es de 31 céntimos de euro, frente a los 21 de las pastillas y los 17 de los líquidos en gel.